La región de Rio Grande do Sul, en Brasil, ha sido escenario de una de las peores catástrofes naturales de su historia reciente. Entre abril y mayo de 2024, las inundaciones devastaron la zona, dejando un saldo trágico de cerca de 200 fallecidos y más de 500.000 personas desplazadas. Aunque la magnitud de esta tragedia no puede compararse con la que vivió l’Horta Sud en octubre del mismo año, ambos eventos comparten un hilo común: la respuesta solidaria de la juventud. En este contexto, la Fundació Horta Sud organizó un encuentro significativo entre jóvenes de Brasil y de l’Horta Sud, donde se intercambiaron experiencias y aprendizajes sobre cómo enfrentar las adversidades provocadas por las inundaciones.
La delegación brasileña, compuesta por jóvenes de Porto Alegre y Canoas, participó en el programa Demà, que se centra en ofrecer capacitación profesional y experiencia práctica a jóvenes en situación de vulnerabilidad social. Este programa se ha vuelto crucial para aquellos que han sufrido las consecuencias de las inundaciones, brindando no solo formación, sino también un espacio para la reflexión y el crecimiento personal. Acompañados por representantes del programa, los jóvenes brasileños llegaron a l’Horta Sud con el objetivo de conocer de cerca las iniciativas que se han implementado en la región para fomentar la participación juvenil y la resiliencia comunitaria.
Durante el encuentro, los jóvenes de Brasil y de l’Horta Sud compartieron sus vivencias, emociones y aprendizajes. La conversación giró en torno a cómo cada grupo había afrontado sus respectivas inundaciones y la importancia de la solidaridad en el proceso de recuperación. Una de las reflexiones más impactantes fue el reconocimiento de que todos los participantes habían sido afectados de alguna manera por la catástrofe, y que los efectos de estas tragedias van más allá de las pérdidas materiales. La experiencia compartida se convirtió en un espacio de sanación y aprendizaje mutuo, donde la empatía y la comprensión jugaron un papel fundamental.
### La Importancia de la Participación Juvenil
El encuentro no solo se centró en la catástrofe, sino que también abordó cómo involucrar a la comunidad de manera activa en la vida cotidiana y en la respuesta a desafíos globales, como la crisis climática. La juventud, a menudo subestimada en su capacidad de generar cambios, demostró ser un motor de solidaridad y acción. La Fundació Horta Sud ha estado trabajando en proyectos que fomentan la participación juvenil, como el estudio «Joves i valors», que analiza la implicación de los jóvenes en el voluntariado durante situaciones de crisis. Este tipo de investigaciones son esenciales para entender las motivaciones que llevan a los jóvenes a involucrarse y cómo se puede potenciar su participación en el futuro.
Uno de los proyectos destacados durante la visita fue «Salvem les fotos», una iniciativa que busca recuperar y conservar imágenes familiares que se perdieron durante la DANA que afectó a la comarca. Este proyecto no solo tiene un valor sentimental, sino que también simboliza la importancia de preservar la memoria colectiva y la historia de las comunidades afectadas. La recuperación de estos recuerdos se convierte en un acto de resistencia y esperanza, mostrando que, a pesar de las adversidades, la comunidad puede unirse para reconstruir lo que se ha perdido.
Los jóvenes de Brasil mostraron un gran interés por las iniciativas de la Fundació Horta Sud, especialmente en lo que respecta a la participación juvenil y la resiliencia comunitaria. Este intercambio de ideas y experiencias es fundamental para construir puentes entre comunidades que, aunque geográficamente distantes, enfrentan desafíos similares. La solidaridad internacional se convierte en un recurso invaluable para aprender unos de otros y fortalecer las redes de apoyo.
### Reflexiones sobre la Solidaridad y el Futuro
La jornada culminó con una visita a Paiporta, donde los jóvenes pudieron ver de primera mano el impacto de la solidaridad en la comunidad. Las emociones estaban a flor de piel, y muchos de los participantes reflexionaron sobre la importancia de la cooperación y el apoyo mutuo en tiempos de crisis. Este tipo de encuentros no solo enriquecen a los jóvenes involucrados, sino que también contribuyen a la construcción de comunidades más fuertes y resilientes.
La experiencia compartida entre los jóvenes de Brasil y l’Horta Sud es un recordatorio de que, a pesar de las dificultades, la solidaridad puede ser un poderoso motor de cambio. La juventud tiene un papel crucial en la construcción de un futuro más justo y equitativo, donde la colaboración y el apoyo mutuo sean la norma. A medida que enfrentamos desafíos globales como el cambio climático y las crisis humanitarias, es vital que las voces de los jóvenes sean escuchadas y que se les brinde el espacio necesario para liderar el cambio.
Este encuentro no solo ha servido para fortalecer los lazos entre Brasil y l’Horta Sud, sino que también ha puesto de manifiesto la capacidad de la juventud para ser agentes de cambio en sus comunidades. La solidaridad, el aprendizaje y la cooperación son herramientas esenciales para enfrentar los retos del presente y del futuro.
