Manuel Palma, un destacado empresario nacido en Palma del Río en 1959, ha recorrido un camino fascinante desde sus humildes orígenes hasta convertirse en una figura influyente en el mundo empresarial de València. Su historia es un testimonio de resiliencia y adaptación en un sector, el de la automoción, que ha experimentado cambios drásticos en las últimas décadas.
### Un Viaje Emprendedor en el Sector Automotriz
Palma llegó a València en 1980 para cumplir con su servicio militar, donde comenzó a descubrir su espíritu emprendedor. Tras finalizar su servicio, se dedicó a la compra y venta de coches, un negocio que lo llevó a vender más de 150,000 vehículos a lo largo de su carrera. Sin embargo, la evolución del mercado automotriz, que pasó de estar dominado por unas pocas marcas a un panorama saturado con más de 50 competidores, hizo que Palma reconsiderara su futuro en este sector. «El sector del automóvil es en estos momentos muy complicado», afirma, señalando que la infraestructura que había construido para vender 7,000 coches al año se volvió insostenible al reducirse su volumen de ventas a 1,000.
Consciente de que el mercado había cambiado, Palma tomó la decisión estratégica de arrendar sus instalaciones a otros grupos, como el Grupo Marco, lo que le permitió mantener la propiedad de los activos mientras se alejaba de un negocio que ya no le ofrecía las mismas oportunidades de crecimiento. «Hay que saber entrar y salir», reflexiona, subrayando la importancia de adaptarse a las circunstancias cambiantes del mercado.
### Nuevas Fronteras: Educación y Servicios Sociales
Después de su exitosa carrera en la automoción, Palma ha dirigido su atención hacia otros sectores. Actualmente, su grupo empresarial se centra en la educación y los servicios sociales, con tres colegios en su portafolio, dos de ellos concertados y uno privado, que alberga a más de 1,000 alumnos y emplea a 150 trabajadores. Esta transición no solo refleja su capacidad para adaptarse, sino también su compromiso con la comunidad y la educación.
Palma destaca que durante la pandemia, su grupo no tuvo ningún fallecido en sus residencias, lo que demuestra su enfoque en la calidad del servicio y el bienestar de sus clientes. Además, ha invertido en el sector inmobiliario, gestionando varios edificios de oficinas y 200 pisos de alquiler, lo que diversifica aún más su modelo de negocio.
La filosofía de Palma sobre el servicio al cliente es clara: todos deben ser tratados con respeto y dignidad, independientemente de su apariencia o antecedentes. Esta visión se traduce en un manual que se entrega a cada empleado, enfatizando la importancia de atender a cada cliente como si fuera un rey. «Nunca sabes con quién vas a hacer negocio», dice, recordando que el trato igualitario es fundamental en cualquier sector.
### Reflexiones sobre el Futuro del Automóvil y la Innovación
A pesar de haberse alejado del sector automotriz, Palma sigue siendo un observador crítico de su evolución. Se muestra preocupado por el futuro de la industria en Europa, especialmente con la creciente competencia de fabricantes asiáticos en el ámbito de los vehículos eléctricos. «Los europeos éramos los mejores con los motores de combustión y cambiamos al eléctrico, donde los mejores son los chinos», señala, advirtiendo que la falta de inversión en tecnología y la carga social de las empresas europeas dificultan la competitividad.
Sobre los coches eléctricos, Palma es optimista, pero también crítico. Reconoce que son una solución ecológica, pero subraya que deben bajar de precio y aumentar su autonomía para ser realmente viables. «Los fabricantes que no apuesten por los vehículos eléctricos van a desaparecer», advierte, anticipando que en cinco años los coches eléctricos ofrecerán autonomías de entre 800 y 1,000 kilómetros.
### La Maratón Empresarial
Además de su carrera empresarial, Palma es un apasionado corredor de maratones, habiendo completado más de 20, con diez de ellas en menos de tres horas. Para él, correr maratones es una metáfora de la vida empresarial: «Aprendes a disfrutar del sufrimiento». La disciplina y la dedicación necesarias para entrenar son paralelas a las que se requieren para gestionar un negocio exitoso. Palma enfatiza que, aunque el camino puede estar lleno de obstáculos, la clave está en disfrutar del proceso y aprender de cada experiencia.
En resumen, la trayectoria de Manuel Palma es un ejemplo de cómo la adaptabilidad y la visión pueden transformar no solo un negocio, sino también contribuir al bienestar de la comunidad. Su enfoque en la educación y los servicios sociales refleja un compromiso más amplio con la sociedad, mientras que su experiencia en el sector automotriz proporciona valiosas lecciones sobre la importancia de la innovación y la resiliencia en un mundo empresarial en constante cambio.
