La reciente celebración de una Misa Pontificia en la Basílica de San Pedro ha captado la atención de los medios y de la comunidad católica en general, no solo por su significado litúrgico, sino también por el contexto en el que se llevó a cabo. El cardenal albanés Ernest Simoni Troshani, un exorcista de 97 años que fue encarcelado durante 18 años por su fe católica bajo el régimen comunista de Albania, recitó un exorcismo durante esta ceremonia. Este acto se produce en un momento en que la Basílica ha sido objeto de controversias, incluyendo la reciente aprobación de una peregrinación LGBT que ha generado críticas entre los fieles.
La Misa, celebrada el 25 de octubre por el cardenal Raymond Burke, fue parte de la 14ª peregrinación anual Summorum Pontificum, un evento que busca promover la Misa Tradicional Latina (TLM). Durante esta ceremonia, el cardenal Simoni ofreció la oración de exorcismo compuesta por el Papa León XIII, conocida como «Exorcismo contra Satanás y los ángeles apóstatas». Este acto no solo es un testimonio de su fe, sino también un llamado a la comunidad católica para que se una en la lucha contra lo que muchos consideran una creciente secularización y profanación de los lugares sagrados.
### La Historia del Cardenal Simoni
Ernest Simoni es un símbolo de resistencia y fe en la historia reciente de la Iglesia. Nacido en Albania, fue encarcelado por el régimen comunista debido a su firme defensa de la fe católica. Durante sus años en prisión, soportó condiciones brutales y fue testigo de la persecución religiosa. Su liberación y posterior ascenso en la jerarquía de la Iglesia son un testimonio de su valentía y compromiso con su fe. A pesar de su avanzada edad, Simoni continúa siendo un defensor activo de la tradición católica y un crítico de las tendencias que considera perjudiciales para la Iglesia.
El exorcismo que recitó durante la Misa en San Pedro es significativo no solo por su contenido, sino también por el contexto en el que se lleva a cabo. La Basílica ha sido objeto de profanaciones en los últimos años, incluyendo la colocación de un ídolo de la Pachamama en el altar durante el Sínodo de la Amazonía en 2019. Estos actos han generado un debate intenso sobre la dirección que está tomando la Iglesia y la necesidad de una reafirmación de la fe católica tradicional.
### Controversias en la Basílica de San Pedro
La Basílica de San Pedro, uno de los lugares más sagrados del cristianismo, ha estado en el centro de varias controversias en los últimos años. La aprobación de una peregrinación LGBT por parte del Vaticano ha sido particularmente divisiva. Este evento, que reunió a más de 1000 participantes, fue visto por muchos como una legitimación de prácticas que contradicen la enseñanza tradicional de la Iglesia sobre la sexualidad y el matrimonio.
El obispo Athanasius Schneider, entre otros prelados, ha denunciado estos eventos como blasfemos, argumentando que desvirtúan la sacralidad de la Basílica. Schneider ha instado a los fieles a realizar actos de reparación y penitencia, subrayando la importancia de volver a los fundamentos de la fe católica. La Misa celebrada por el cardenal Burke y el exorcismo del cardenal Simoni se presentan como una respuesta a estas preocupaciones, un intento de restaurar la reverencia y la santidad en un lugar que ha sido objeto de controversia.
El acto de Simoni, recitando un exorcismo en un lugar tan emblemático, es visto como un acto de desafío contra las tendencias que muchos consideran una desviación de la verdadera fe. En sus palabras, el cardenal invocó la protección divina contra las fuerzas del mal, un mensaje que resuena profundamente en un momento en que muchos católicos sienten que su fe está siendo atacada desde múltiples frentes.
La Misa Tridentina celebrada en la Basílica atrajo a miles de peregrinos de todo el mundo, lo que indica un renovado interés por la liturgia tradicional y una búsqueda de una conexión más profunda con la fe. Este evento se produce en un contexto de creciente preocupación entre los católicos sobre la dirección que está tomando la Iglesia bajo el liderazgo actual.
En resumen, el exorcismo recitado por el cardenal Simoni durante la Misa en la Basílica de San Pedro no solo es un acto de fe personal, sino también un símbolo de resistencia y un llamado a la unidad dentro de la comunidad católica. En un tiempo de divisiones y controversias, su acto de devoción resuena como un recordatorio de la importancia de la tradición y la necesidad de una reafirmación de los valores católicos en la sociedad contemporánea.
