Andrea Moreno, una talentosa estudiante de 17 años originaria de Ronda, ha logrado destacar en la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU) al obtener la mejor nota de Selectividad en la provincia de Málaga. Con un impresionante 9,975 que, tras la ponderación, se convierte en un 13,97 sobre 14, Andrea se encuentra en una posición privilegiada para elegir su futuro académico. Aunque aún no ha tomado una decisión definitiva sobre qué carrera estudiar, su inclinación hacia las Ciencias es evidente. Su primera opción es un doble grado en Ingeniería Informática y Matemáticas, seguido de la Ingeniería Aeroespacial y, como tercera alternativa, otro doble grado en Matemáticas y Física.
La noticia de su éxito académico llegó en un momento inesperado, ya que Andrea se encontraba de viaje de fin de curso con su instituto en Mojácar, Almería. «Me sorprendió mucho, no me lo esperaba, estoy supercontenta», confesó la joven, quien ha estado atendiendo a periodistas desde su viaje. A pesar de la emoción, Andrea ha mantenido la calma durante todo el proceso de preparación para los exámenes. «Lo que hacía era organizarme muy bien cada día y descansar mucho. Si no descanso, no estudio bien», explicó. Su enfoque metódico y su dedicación han sido clave para alcanzar este logro.
La preparación para la Selectividad no fue fácil. Andrea dedicó las dos semanas previas a los exámenes a estudiar intensamente, pero también reconoce que su esfuerzo durante los dos años de Bachillerato le permitió tener los conceptos bien asentados, lo que facilitó su rendimiento en la prueba. Sin embargo, el camino no estuvo exento de sacrificios. Este último año, decidió renunciar a sus clases de inglés y gimnasia rítmica para concentrarse en su preparación. «No me he querido apuntar para tener las tardes libres», comentó.
Uno de los desafíos que enfrentaron todos los estudiantes este año fue el cambio en el modelo de exámenes, que se volvió más competencial. Andrea admitió que este cambio generó cierta ansiedad entre sus compañeros, pero con el tiempo logró calmarse. «Sí que es verdad que había muchos nervios en el ambiente y eso al final se acaba contagiando, yo también los sentí, pero luego vas haciendo exámenes y te vas tranquilizando. No son para tanto, son como uno más», reflexionó.
Ahora que ha alcanzado este importante hito, Andrea planea tomarse un merecido descanso antes de comenzar su nueva etapa académica. Tiene previsto participar en un programa Erasmus que la llevará a Italia, donde espera disfrutar de unas minivacaciones. «Este verano lo quiero todo para descansar y disfrutar», afirmó. A pesar de su deseo de relajarse, no pierde de vista sus objetivos futuros, como obtener el C1 de inglés. «De momento no me voy a agobiar», concluyó.
El éxito de Andrea Moreno es un reflejo del esfuerzo y la dedicación que muchos estudiantes ponen en su educación. Su historia inspira a otros jóvenes a perseguir sus sueños y a esforzarse por alcanzar sus metas. En un mundo donde la competencia es feroz, la capacidad de organizarse, descansar y mantener la calma puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso. Andrea ha demostrado que con determinación y trabajo duro, es posible alcanzar grandes logros, y su futuro académico promete ser tan brillante como su desempeño en la Selectividad.
La historia de Andrea no solo destaca su talento individual, sino que también pone de manifiesto la importancia del apoyo familiar y educativo en el desarrollo de los jóvenes. La comunicación con su madre, quien le transmitió la noticia de su éxito, subraya el papel fundamental que juegan las familias en el proceso educativo. Además, el entorno escolar, representado por el IES Pérez de Guzmán, ha sido un pilar en su formación, brindándole las herramientas necesarias para enfrentar los desafíos académicos.
En un contexto más amplio, el rendimiento de Andrea en la Selectividad también refleja las tendencias educativas actuales en España, donde cada vez más estudiantes se inclinan hacia carreras técnicas y científicas. Este fenómeno puede ser un indicativo de la creciente demanda de profesionales en campos como la ingeniería y la tecnología, lo que a su vez puede influir en las políticas educativas y en la oferta de grados universitarios en el futuro. La historia de Andrea es, sin duda, un ejemplo de cómo el esfuerzo y la pasión pueden abrir puertas y crear oportunidades en el mundo académico y profesional.