La situación del empleo en España ha sido objeto de un intenso debate en los últimos años, especialmente en el contexto de las políticas económicas implementadas por el gobierno. A pesar de las afirmaciones optimistas desde Moncloa, la realidad del mercado laboral presenta un panorama más complejo y preocupante. En este artículo, se analizarán los datos recientes sobre el empleo y se explorarán las implicaciones de las reformas laborales en la estructura del mercado laboral español.
**El Maquillaje Estadístico del Empleo**
Recientemente, el gobierno ha celebrado la disminución del número de parados registrados, que ha caído por debajo de los 2,5 millones, una cifra que no se había visto en 17 años. Sin embargo, este descenso ha sido objeto de críticas, ya que muchos expertos señalan que se trata de un maquillaje estadístico. La afiliación media en mayo alcanzó los 21.784.375 trabajadores, lo que representa un aumento del 2,38 % en comparación con el año anterior. Sin embargo, el análisis de los datos diarios revela que, en un solo día, se registró una pérdida de casi 50.000 afiliados. Esto plantea la pregunta: ¿realmente se está creando empleo o simplemente se están ajustando las cifras?
La reforma laboral impulsada por Yolanda Díaz ha tenido un impacto significativo en la reducción de la temporalidad, pero a costa de la estabilidad de los contratos indefinidos. En mayo, se firmaron más de 1,3 millones de contratos, pero solo se logró una reducción del desempleo de 57.835 personas. Esto se debe a que el volumen de nuevos contratos no está absorbiendo la demanda real de empleo, lo que ha llevado a una situación en la que se están produciendo más rescisiones de contratos que nuevas altas. La figura del contrato indefinido ha perdido su significado original de estabilidad, convirtiéndose en un mero recurso estadístico.
**La Realidad de los Fijos Discontinuos y el Paro Real**
Uno de los aspectos más controvertidos de la reforma laboral es la figura del fijo discontinuo. Aunque se considera un contrato indefinido, muchos de estos trabajadores se encuentran en situación de inactividad y dependen de prestaciones por desempleo. Según el Informe del mercado de trabajo 2025 del SEPE, se registraron más de 4,2 millones de llamamientos para la incorporación de fijos discontinuos, afectando a más de 1,3 millones de personas. Sin embargo, se estima que al menos 810.000 de estas personas no trabajaron un solo día, lo que plantea serias dudas sobre la efectividad de esta modalidad de contratación.
Al sumar los fijos discontinuos y los afectados por ERTEs, el número real de desempleados en España se sitúa entre 3,7 y 3,9 millones de personas. Esto contrasta con la cifra oficial de parados, que se ha reducido en 797.247 personas desde 2018, mientras que el número de demandantes de empleo solo ha disminuido en 296.925. Esta discrepancia sugiere que, a pesar de los avances en la reducción del desempleo registrado, la demanda real de empleo sigue siendo alarmantemente alta.
**El Aumento del Empleo Público y sus Consecuencias**
Un factor que ha contribuido a la aparente mejora en las cifras de empleo es el crecimiento del sector público. Desde 2018, el número de trabajadores en las Administraciones Públicas ha aumentado en un 18 %, lo que equivale a casi 460.000 nuevos empleos. Este crecimiento ha representado el 80 % de la disminución del paro registrado en este periodo. Sin embargo, este aumento en el empleo público plantea interrogantes sobre la sostenibilidad de estas políticas y su impacto en la economía a largo plazo.
La dependencia del empleo público para mejorar las cifras de desempleo puede ser un arma de doble filo. Si bien puede ofrecer estabilidad a corto plazo, también puede generar una carga financiera significativa para el Estado, especialmente en tiempos de crisis económica. Además, la alta rotación y la temporalidad en el sector privado siguen siendo problemas estructurales que no se han abordado adecuadamente.
**Reflexiones Finales**
En resumen, la situación del empleo en España es más compleja de lo que sugieren las cifras oficiales. A pesar de las celebraciones por la reducción del desempleo, la realidad revela un mercado laboral marcado por la precariedad y la estacionalidad. Las reformas laborales han tenido un impacto significativo, pero han dejado sin resolver muchos de los problemas estructurales que afectan a los trabajadores. La dependencia del empleo público y el uso de estadísticas engañosas para presentar una imagen optimista del mercado laboral son cuestiones que deben ser abordadas con urgencia para garantizar un futuro laboral más estable y justo para todos los españoles.