Un trágico incidente tuvo lugar en el puerto de La Restinga, en la isla de El Hierro, cuando un cayuco que transportaba migrantes procedentes de Senegal volcó en las aguas cercanas. Este suceso, que ocurrió en la mañana del miércoles, ha dejado un saldo devastador de siete víctimas mortales, entre ellas cuatro mujeres y tres niñas de entre 4 y 16 años. Además, un bebé se encuentra desaparecido, lo que ha intensificado la angustia de las familias y la comunidad local.
Los migrantes estaban a punto de desembarcar cuando el cayuco, que supuestamente llevaba a bordo a unas 180 personas, se volcó a escasos cinco metros del muelle. Según los informes, varios de los ocupantes se pusieron de pie y trataron de saltar al agua en el momento en que la embarcación se acercaba a una de las naves de Salvamento Marítimo, lo que provocó el vuelco. Muchos de los migrantes quedaron atrapados debajo de la embarcación, lo que complicó las labores de rescate.
Las operaciones de rescate fueron llevadas a cabo por Salvamento Marítimo, junto con la colaboración de pescadores locales, miembros de las fuerzas de seguridad, voluntarios y trabajadores de Cruz Roja. A pesar de los esfuerzos, la situación fue crítica, y se reportó que dos personas, un hombre y una mujer, fueron trasladadas al hospital en estado grave. Una niña también recibió atención médica en el muelle debido a heridas severas.
El delegado del Gobierno en Canarias, Anselmo Pestana, destacó la difícil situación en la que se encuentran los migrantes tras una travesía peligrosa y agotadora. Las condiciones del mar y el estado físico de los ocupantes complican aún más la respuesta ante un vuelco, lo que puede resultar en tragedias como la que se ha vivido en El Hierro.
La tragedia ha generado una profunda conmoción en la comunidad canaria. El presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, expresó su impotencia ante el suceso y envió palabras de ánimo a los equipos de rescate y sanitarios que enfrentan esta difícil situación. Clavijo se encontraba en la isla para participar en un evento local y se trasladó a La Restinga para conocer de primera mano las incidencias del siniestro.
El vicepresidente del Gobierno, Manuel Domínguez, también se pronunció sobre el incidente, calificándolo de «muy triste y desgarrador». Este suceso coincide con la visita de la ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego, quien tiene programado reunirse con entidades sociales en la isla para abordar la situación de los centros de menores y la gestión de la inmigración en la región.
La llegada de migrantes a las Islas Canarias ha sido un tema candente en los últimos años, con un aumento significativo en el número de personas que intentan llegar a Europa a través de rutas peligrosas. Las condiciones en las que viajan son a menudo precarias, y muchos enfrentan riesgos extremos en su búsqueda de una vida mejor. El vuelco del cayuco en El Hierro es un recordatorio trágico de los peligros que enfrentan estos migrantes y la necesidad urgente de abordar la crisis migratoria en la región.
Las autoridades han instado a la comunidad internacional a prestar atención a la situación de los migrantes y a trabajar en soluciones que garanticen su seguridad y bienestar. La tragedia en El Hierro subraya la importancia de una respuesta coordinada y efectiva ante la crisis migratoria, así como la necesidad de proteger a los más vulnerables en estas situaciones.
Mientras tanto, las operaciones de rescate continúan, y se espera que se realicen más esfuerzos para localizar al bebé desaparecido y a otros posibles sobrevivientes. La comunidad local ha mostrado su solidaridad, ofreciendo apoyo a las familias afectadas y a los equipos de rescate que trabajan incansablemente en el lugar del incidente. La tragedia en El Hierro es un llamado a la acción para abordar las causas subyacentes de la migración y garantizar que se tomen medidas para prevenir futuros incidentes similares.