La violencia de género sigue siendo un problema alarmante en España, y un reciente suceso en Marbella ha puesto de manifiesto la urgencia de abordar esta problemática. El asesinato de una mujer de 83 años, ocurrido el pasado viernes, ha sido confirmado como un nuevo caso de violencia machista, elevando el número de mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas a 29 en lo que va del año 2025. Este trágico evento no solo ha dejado una profunda herida en la comunidad, sino que también ha reavivado el debate sobre la necesidad de medidas más efectivas para prevenir y detectar la violencia de género, especialmente entre las mujeres mayores.
La víctima, identificada como Eva, fue presuntamente asesinada por su pareja, un hombre de 84 años, en el chalé donde ambos convivían en la urbanización Elviria Las Chapas, una zona residencial de Marbella. La Policía Nacional encontró el cuerpo sin vida de Eva con múltiples heridas de arma blanca y detuvo al presunto agresor en el mismo lugar de los hechos. Este caso ha sido particularmente impactante, ya que no existían denuncias previas por violencia de género ni el matrimonio figuraba en el sistema Viogén, que se encarga de coordinar el seguimiento de las víctimas de violencia machista.
Las autoridades, incluyendo a la ministra de Igualdad, Ana Redondo, y la delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Carmen Martínez Perza, han expresado su condena y rechazo ante este crimen. Redondo ha enfatizado la necesidad de reforzar la prevención y la detección temprana de la violencia de género, subrayando que cada asesinato machista es un recordatorio de la urgencia de actuar. La comunidad ha reaccionado con sorpresa y tristeza, describiendo a la pareja como tranquila y discreta, sin que se conocieran conflictos previos.
La vivienda donde ocurrió el crimen permanece precintada mientras se lleva a cabo la investigación judicial y policial. Este caso ha puesto de relieve la importancia de los recursos disponibles para las víctimas de violencia machista. El Ministerio de Igualdad ha recordado que el 016 está disponible las 24 horas del día para atender a las víctimas y a su entorno, ofreciendo asistencia en 52 idiomas. Además, se pueden utilizar otros canales de comunicación como el correo electrónico y el servicio de WhatsApp para aquellos que necesiten ayuda.
La violencia de género es un fenómeno complejo que afecta a mujeres de todas las edades, pero las mujeres mayores a menudo enfrentan desafíos únicos. La falta de denuncias previas en este caso resalta la necesidad de crear un entorno en el que las víctimas se sientan seguras y apoyadas para hablar sobre su situación. Las campañas de sensibilización y educación son fundamentales para empoderar a las mujeres y fomentar una cultura de respeto y igualdad.
El contexto social y cultural también juega un papel crucial en la perpetuación de la violencia de género. En muchas ocasiones, las víctimas pueden sentirse atrapadas en relaciones abusivas debido a factores como la dependencia económica, el miedo a la soledad o la falta de recursos. Es esencial que la sociedad en su conjunto trabaje para desmantelar estas barreras y proporcionar un apoyo integral a las víctimas.
Por otro lado, el caso de Eva no es un incidente aislado. En los últimos años, ha habido un aumento en la visibilidad de la violencia de género en España, lo que ha llevado a un mayor escrutinio de las políticas y prácticas existentes. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos realizados, el número de mujeres asesinadas sigue siendo alarmante. Esto indica que aún queda un largo camino por recorrer en la lucha contra la violencia machista.
Las autoridades han instado a la población a estar alerta y a denunciar cualquier signo de violencia de género. La prevención es clave, y la detección temprana puede salvar vidas. La educación en igualdad y el respeto deben ser una prioridad en todos los niveles, desde la infancia hasta la adultez. Las instituciones educativas, las organizaciones sociales y los medios de comunicación tienen un papel fundamental en la promoción de estos valores.
Además, es importante que los servicios de atención a las víctimas sean accesibles y eficaces. La formación de los profesionales que trabajan en este ámbito es crucial para garantizar que las víctimas reciban el apoyo que necesitan. Esto incluye no solo a la policía y los servicios sociales, sino también a los profesionales de la salud y la educación.
La comunidad de Marbella, al igual que muchas otras en España, se enfrenta a un desafío significativo en la lucha contra la violencia de género. La tragedia de Eva es un recordatorio doloroso de que la violencia machista no discrimina por edad ni por estatus social. Es responsabilidad de todos trabajar juntos para erradicar esta lacra y construir un futuro en el que todas las mujeres puedan vivir sin miedo.
En este contexto, es fundamental que las políticas públicas se centren en la prevención y en la protección de las víctimas. Esto incluye no solo la creación de leyes más estrictas, sino también la implementación de programas de educación y sensibilización que aborden las raíces de la violencia de género. La colaboración entre diferentes sectores de la sociedad, incluyendo el gobierno, las organizaciones no gubernamentales y la comunidad en general, es esencial para lograr un cambio real.
La violencia de género es un problema que nos afecta a todos. Cada uno de nosotros tiene un papel que desempeñar en la creación de un entorno más seguro y respetuoso para las mujeres. La tragedia de Eva debe servir como un llamado a la acción para que todos nos comprometamos a luchar contra la violencia machista y a apoyar a las víctimas en su camino hacia la recuperación y la justicia.
