En el corazón de Málaga, cientos de mujeres y hombres se unieron en una manifestación para exigir una sanidad digna y de calidad, bajo el lema «nuestra vida no puede esperar». Este clamor colectivo surge como respuesta a los alarmantes fallos en los cribados de cáncer de mama que han afectado a más de 2.000 mujeres en Andalucía. La concentración tuvo lugar frente a la Delegación de Salud de la Junta de Andalucía, donde los asistentes expresaron su indignación y preocupación por la situación actual de la sanidad pública.
La protesta fue organizada por la Asociación de Mujeres Operadas de Cáncer de Mama de Málaga (Asamma), que ha estado al frente de esta lucha. Carmen Doncel, presidenta de la asociación, compartió que están evaluando las denuncias y que la situación ha sido inesperada. Las historias de las mujeres afectadas son desgarradoras y reflejan la urgencia de una respuesta adecuada por parte de las autoridades sanitarias.
Una de las participantes, Asunción Vives, relató su experiencia personal. Gracias a un familiar, pudo acceder a un servicio privado donde le diagnosticaron cáncer de mama tras haber pagado más de mil euros. A pesar de que había estado recibiendo cartas cada dos años para sus mamografías, este año no recibió ninguna, lo que la llevó a buscar atención médica por su cuenta. Su historia es un claro ejemplo de cómo la falta de comunicación y la ineficiencia del sistema pueden tener consecuencias devastadoras.
Ana Fernández, otra mujer presente en la manifestación, también compartió su angustiante experiencia. Tras recibir un diagnóstico de cáncer de mama en una consulta con su médico de cabecera, se encuentra actualmente en lista de espera para ser operada. Su desconfianza hacia el sistema es palpable, ya que ha pasado meses esperando una prueba complementaria que nunca llegó. «No me creo nada y todo me genera desconfianza», expresó con evidente frustración.
Los testimonios de estas mujeres no son casos aislados. Mari Carmen Pacheco, quien ya fue operada de cáncer de mama, también se unió a la protesta, señalando que ha tenido que esperar demasiado tiempo para recibir los resultados de sus análisis. La situación es insostenible y refleja una crisis en el sistema de salud pública que afecta a muchas personas.
La manifestación no solo se centró en los fallos en los cribados de cáncer de mama, sino que también abordó problemas más amplios en la sanidad pública. Las voces de las mujeres resonaron con fuerza, exigiendo cambios y mejoras en el sistema. Vives recordó que su madre falleció esperando la Ley de Dependencia, una carta que nunca llegó, mientras que Pacheco destacó la falta de especialistas en el sistema, lo que ha llevado a la pérdida de vidas.
La presencia de otras organizaciones, como la Plataforma Cero, que lucha contra las violaciones de derechos de las mujeres, también fue notable en la concentración. Lola Rodríguez, miembro de la plataforma, compartió la experiencia de su hermana, quien tuvo que esperar seis meses para recibir atención médica. Esta espera podría haber tenido consecuencias fatales, lo que subraya la urgencia de abordar estos problemas de manera efectiva.
Los gritos de protesta se dirigieron no solo a los responsables de la sanidad, sino también al presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, y su equipo. Los manifestantes cuestionaron la inversión de 12 millones de euros anunciada por el gobierno, argumentando que esos fondos deberían haberse utilizado antes para evitar la crisis actual. «Lo que se tiene que dedicar es arreglar esta situación material para los hospitales y que no deje a ningún afectado o afectada por cáncer o por cualquier otra enfermedad», afirmó Vives, reflejando el sentimiento generalizado entre los asistentes.
La situación en Málaga es un reflejo de un problema más amplio que afecta a la sanidad pública en toda España. La falta de recursos, la ineficiencia en la gestión y la falta de comunicación son solo algunos de los factores que han llevado a esta crisis. Las mujeres que se manifestaron en Málaga no solo buscan respuestas, sino también un compromiso real por parte de las autoridades para garantizar que nadie más tenga que pasar por lo que ellas han vivido.
La lucha por una sanidad digna y de calidad continúa, y estas mujeres están decididas a no ser ignoradas. La manifestación en Málaga es solo una de las muchas acciones que se están llevando a cabo en todo el país para exigir cambios en el sistema de salud. La voz de estas mujeres es un recordatorio de que la salud es un derecho fundamental y que no se puede poner en espera. La presión sobre las autoridades para que tomen medidas efectivas es más necesaria que nunca, y la comunidad se une para exigir que se escuchen sus demandas y se actúe en consecuencia.