La Comunidad Valenciana ha decidido dar un paso firme hacia la protección de sus tradiciones culturales al proponer una ley que blindará los festejos taurinos, conocidos como ‘bous al carrer’. Esta iniciativa surge en un contexto donde las tradiciones populares enfrentan críticas y cuestionamientos por parte de ciertos sectores políticos y sociales. La ley, que se enmarca dentro de un acuerdo entre el Partido Popular y Vox, busca reafirmar la importancia de estas festividades que han sido parte de la identidad valenciana durante siglos.
### La Ley de Señas de Identidad Valencianas
La nueva legislación, conocida como la Ley de Señas de Identidad Valencianas, tiene como objetivo principal declarar los festejos taurinos como un bien de interés cultural de carácter inmaterial. Este reconocimiento no solo busca proteger la tradición, sino también fomentar su desarrollo y conservación. La ley se propone recuperar una normativa anterior que fue derogada en 2015 por el gobierno socialista de Ximo Puig, que había considerado que los festejos taurinos no debían recibir apoyo institucional.
La propuesta actual incluye medidas específicas para garantizar la protección de los ‘bous al carrer’, que son celebraciones populares que involucran la participación activa de la comunidad. Estas festividades no solo son un espectáculo, sino que también generan un impacto económico significativo, estimado en más de 300 millones de euros anuales, lo que resalta su relevancia no solo cultural, sino también económica.
El presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, ha manifestado su compromiso con la recuperación de esta tradición, argumentando que los festejos taurinos son parte integral de la cultura valenciana. La ley también contempla la prohibición de subvenciones a entidades que no respeten la denominación oficial de la Comunidad Valenciana o que promuevan ideologías que cuestionen la identidad regional.
### El Debate Político y Social
La cuestión de los festejos taurinos ha generado un intenso debate político en la Comunidad Valenciana. Por un lado, los defensores de la tradición argumentan que los ‘bous al carrer’ son una manifestación cultural que debe ser preservada y promovida. Por otro lado, sectores de la izquierda, incluidos PSOE y Compromís, han expresado su oposición a estas festividades, argumentando que implican un trato cruel hacia los animales y que no deberían recibir apoyo público.
Este debate ha evidenciado una división interna en la izquierda, donde algunos municipios han optado por promover los festejos taurinos, mientras que otros abogan por su eliminación. La provincia de Castellón, por ejemplo, ha registrado un número récord de celebraciones taurinas, lo que pone de manifiesto la popularidad de estas festividades entre la población.
El Partido Popular y Vox han aprovechado esta situación para consolidar su base de apoyo, argumentando que la protección de los festejos taurinos es una cuestión de identidad cultural. Vox, en particular, ha sido muy vocal en su defensa de los ‘bous al carrer’, señalando que son una parte fundamental de la cultura española y valenciana. En este sentido, han presentado propuestas para declarar estos festejos como patrimonio cultural inmaterial, buscando así asegurar su continuidad y protección legal.
A medida que la ley avanza en el proceso legislativo, se espera que el debate continúe en las Cortes Valencianas. La oposición de PSOE y Compromís a la ley refleja una postura crítica hacia las tradiciones que consideran obsoletas o perjudiciales. Sin embargo, la creciente popularidad de los festejos taurinos y su impacto económico parecen jugar a favor de su protección.
La Ley de Señas de Identidad Valencianas no solo busca proteger los festejos taurinos, sino también reafirmar la identidad cultural de la Comunidad Valenciana en un contexto donde las tradiciones locales enfrentan desafíos. La propuesta de ley es un reflejo de la lucha por la preservación de las costumbres y tradiciones que han definido a la región durante siglos, y su éxito dependerá de la capacidad de los partidos políticos para llegar a un consenso sobre la importancia de estas festividades en la vida cultural y social de la comunidad.
