La tragedia de la dana del 29 de octubre de 2024 ha dejado una huella imborrable en la comunidad de València. Mariló Gradolí, presidenta de la Associació de Víctimes Dana 29 d’octubre de 2024, ha llevado al Congreso de los Diputados un mensaje claro y contundente: la protección de la población no puede depender del azar o del heroísmo de los vecinos. En su intervención en la comisión de investigación, Gradolí se convirtió en la voz de aquellos que perdieron la vida y de los que aún sufren las consecuencias de esta catástrofe natural.
La tragedia no solo se mide en cifras, sino en historias humanas desgarradoras. Gradolí recordó a Hui, una niña de once años que perdió la vida ahogada, y a Màrius, un trabajador que fue arrastrado por la corriente. También mencionó a los siete niños que ya no celebrarán sus cumpleaños y a los 37 ancianos que fallecieron sin recibir la ayuda que necesitaban. La presidenta de la asociación enfatizó que cada una de estas pérdidas representa una vida truncada, un futuro que se apagó de manera abrupta.
### La Gestión de Emergencias: Un Llamado a la Responsabilidad
Gradolí no se detuvo en la mera conmemoración de las víctimas; su discurso fue un llamado a la acción. Exigió que los responsables políticos sean juzgados penalmente por lo que calificó de “229 homicidios imprudentes”. La falta de notificaciones adecuadas y la minimización del riesgo por parte de las autoridades fueron temas centrales en su intervención. La presidenta de la asociación denunció que la gestión de la emergencia fue negligente y que la población no recibió la información necesaria para actuar a tiempo.
La angustia y el miedo que se apoderaron de la comunidad tras la tragedia son palpables. Gradolí describió cómo el pánico se ha instalado en los hogares, donde cualquier ruido puede evocar recuerdos de la noche fatídica. La sensación de inseguridad persiste, y la reconstrucción emocional es tan crucial como la material. La solidaridad que emergió tras la catástrofe fue un rayo de esperanza, pero no puede sustituir la necesidad de una gestión adecuada y responsable de emergencias.
### La Reconstrucción: Más Allá de lo Material
La reconstrucción de las áreas afectadas por la dana no solo debe centrarse en la infraestructura física. Gradolí subrayó la importancia de una recuperación integral que contemple aspectos económicos y emocionales. La reconstrucción debe adaptarse a los desafíos del cambio climático, que ya ha mostrado su cara más devastadora. Las acciones futuras deben ir más allá de la construcción de muros y carreteras; deben incluir un enfoque en la mitigación de riesgos y en la creación de comunidades resilientes.
La presidenta de la asociación también hizo hincapié en que la memoria de las víctimas debe ser un motor para el cambio. La memoria es un deber hacia aquellos que ya no están, y debe traducirse en políticas públicas efectivas que prevengan futuras tragedias. Gradolí instó a que el recuerdo de la dana se convierta en acciones concretas, para que nunca más se repita una situación similar.
El 29 de octubre de 2024, a las 20:11, Mariló recibió un mensaje de alerta en su móvil que resultó ser erróneo y vergonzoso. En ese momento, no sabía que para muchas de las 229 personas que perdieron la vida, el mundo ya se había acabado. Su lucha por justicia y dignidad continúa, y su voz se ha convertido en un símbolo de resistencia y esperanza para todos aquellos que han sufrido a causa de la dana.
La historia de Mariló Gradolí y de las víctimas de la dana es un recordatorio de la importancia de la responsabilidad política y la necesidad de una gestión de emergencias eficaz. La comunidad de València no solo busca justicia por las vidas perdidas, sino también un futuro más seguro y resiliente, donde la tragedia no se repita y donde cada voz sea escuchada y valorada.
