En el marco de la Semana Mundial de la Lactancia Materna, se destaca la importancia de fomentar la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida, complementada hasta los dos años o más. Este acto natural no solo fortalece el vínculo entre madre e hijo, sino que también ofrece múltiples beneficios para la salud física y emocional de ambos.
Beneficios para el niño
La lactancia materna es reconocida como la forma natural de alimentar al recién nacido y al niño pequeño. Según la doctora Rosa Merlos, pediatra y responsable de la consulta de lactancia de un reconocido hospital en Valencia, la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses es crucial. A partir de esa edad, se recomienda introducir una alimentación complementaria adecuada, que no sustituya la leche materna, sino que la complemente. La leche materna debe ser el principal alimento hasta el año de edad, y se debe fomentar su continuidad hasta los dos años o más, si así lo desean la madre y el lactante.
La leche materna proporciona todos los nutrientes que el bebé necesita en sus primeros meses de vida y contiene anticuerpos que lo protegen contra infecciones comunes como la diarrea, neumonía, otitis y otras enfermedades respiratorias. Además, estudios han demostrado que los niños amamantados tienen un menor riesgo de sufrir obesidad, diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares en etapas posteriores de la vida. La lactancia también favorece el desarrollo neurológico y cognitivo, y se ha vinculado con un mejor rendimiento escolar y mayores niveles de coeficiente intelectual.
Beneficios para la madre
Amamantar no solo beneficia al bebé, sino que también ofrece importantes ventajas para la salud de la madre. La doctora Merlos explica que la lactancia ayuda a reducir el sangrado posparto, favorece la recuperación del útero y contribuye a la pérdida de peso tras el embarazo. A largo plazo, amamantar disminuye el riesgo de desarrollar cáncer de mama, cáncer de ovario, hipertensión, diabetes tipo 2 y enfermedades cardíacas.
Desde el punto de vista emocional, la lactancia fortalece el vínculo afectivo con el bebé, lo que puede reducir el riesgo de depresión posparto y mejorar el bienestar general de la madre. Este vínculo emocional es fundamental para el desarrollo saludable del niño y para la salud mental de la madre.
Charlas de preparación para la lactancia materna
Para apoyar a las madres en este proceso, se llevan a cabo charlas de preparación para la lactancia materna de forma gratuita en varios centros hospitalarios. Estas sesiones tienen como objetivo proteger, promover y apoyar la lactancia materna, proporcionando a las madres embarazadas y sus parejas información completa y actualizada sobre el tema.
Además, un hospital en Valencia ha obtenido la Fase 1D de la Iniciativa para la Humanización de la Asistencia al Nacimiento y la Lactancia (NEO-IHAN) en sus Unidades Neonatales. Esta iniciativa, lanzada por la OMS y UNICEF a principios de los años 90, busca animar a los hospitales y servicios de salud a adoptar prácticas que protejan, promuevan y apoyen la lactancia materna exclusiva desde el nacimiento.
La lactancia materna es, sin duda, un pilar fundamental en la salud de madres e hijos. Fomentar su práctica no solo contribuye al bienestar inmediato de los recién nacidos, sino que también sienta las bases para una vida más saludable en el futuro. La educación y el apoyo a las madres en este proceso son esenciales para garantizar que tanto ellas como sus hijos puedan beneficiarse de todas las ventajas que la lactancia materna ofrece.