La Feria de San Sebastián se ha convertido en un evento destacado en el calendario taurino, atrayendo a aficionados y profesionales del toreo de diversas partes del mundo. Este año, la apertura de la feria ha dejado una impresión notable, con actuaciones destacadas de toreros como Pablo Aguado, Juan Ortega y Borja Jiménez. La calidad de los toros de la ganadería de Vellosino ha sido un factor clave en el desarrollo de las faenas, aunque la falta de fuerza en algunos ejemplares ha limitado el lucimiento de los matadores.
### Actuaciones Destacadas en la Corrida de Apertura
La corrida inaugural de la Semana Grande de San Sebastián ha sido un espectáculo que, a pesar de no reflejarse completamente en las estadísticas, ha dejado momentos memorables. Pablo Aguado, quien regresó como triunfador, mostró su maestría en el manejo de la muleta, logrando faenas exquisitas que fueron aplaudidas por el público. Su habilidad para conectar con el toro y su estilo elegante se hicieron evidentes en cada pase, aunque el mal uso del acero le impidió obtener premios que su actuación merecía.
Juan Ortega, por su parte, también dejó su huella en la tarde. Su faena fue marcada por un ritmo y una delicadeza que cautivaron a los asistentes. A pesar de que el toro que le tocó lidiar no ofreció la fuerza necesaria, Ortega supo aprovechar los momentos de lucimiento, destacando en varias series que hicieron vibrar a la plaza. Sin embargo, al igual que Aguado, el acero se convirtió en su talón de Aquiles, impidiéndole cortar orejas en una tarde que prometía más.
Borja Jiménez, el tercer matador de la tarde, mostró un gran poder y mando en su lidia, especialmente con el pitón derecho del toro que le correspondió. Su capacidad para conectar con el público fue evidente, y aunque también enfrentó dificultades con el acero, su entrega y compromiso fueron reconocidos con ovaciones.
### La Calidad de la Ganadería de Vellosino
La ganadería de Vellosino ha sido un pilar fundamental en la calidad de la corrida. Los toros presentaron una buena presencia y nobleza, aunque muchos de ellos carecieron de la fuerza y casta necesarias para ofrecer un espectáculo completo. La falta de poder en algunos ejemplares limitó las posibilidades de los toreros para brillar en su totalidad. A pesar de esto, los toros mostraron una calidad que permitió a los matadores demostrar su arte y técnica.
El primero de la tarde, aunque noble, careció de la raza que se espera en una corrida de apertura. Juan Ortega intentó cuidar los tiempos y sacar lo mejor de un astado que no ofreció mucho. A pesar de ello, logró conectar con el público en varias ocasiones, lo que demuestra su capacidad para lidiar con situaciones adversas.
El segundo toro, que fue protestado desde su salida por su falta de fuerzas, también limitó el lucimiento de Borja Jiménez. La decisión del presidente de mantenerlo en el ruedo generó controversia, ya que su flojedad hizo que la embestida se volviera defensiva, dejando poco espacio para la creatividad del torero.
El tercer toro, que tuvo clase, tampoco estuvo sobrado de fuerza, lo que llevó a Aguado a realizar una faena llena de sutileza, aunque un pinchazo le separó del premio. El sexto toro, noble también, permitió a Aguado demostrar su dulzura en el toreo, pero nuevamente, el acero falló en el momento decisivo.
La corrida de San Sebastián ha sido un claro ejemplo de cómo la calidad de los toros y la habilidad de los matadores pueden entrelazarse para crear un espectáculo memorable, a pesar de las dificultades. La afición ha podido disfrutar de una tarde de buen toreo, donde la técnica y el arte han brillado, aunque el acero haya sido un obstáculo recurrente. La feria continúa, y con ella, la esperanza de que los próximos festejos traigan consigo más triunfos y menos fallos con la espada, permitiendo así que los toreros puedan cosechar los frutos de su esfuerzo y dedicación.