En el contexto actual de inestabilidad geopolítica, la defensa europea se ha convertido en un tema de vital importancia. Javier Colomina, representante especial del Secretario General de la OTAN para la Vecindad Sur, ha subrayado la necesidad de fortalecer la colaboración entre Europa y la OTAN, en lugar de buscar una autonomía completa en defensa. Durante su intervención en el Foro Económico y Social del Mediterráneo, Colomina destacó que la alianza atlántica sigue siendo un pilar fundamental para la seguridad de Europa, y que es crucial construir un pilar europeo de defensa que complemente esta alianza.
**La Alianza Atlántica como Pilar de Seguridad**
Colomina argumentó que la OTAN ha demostrado ser un modelo efectivo en términos de seguridad y defensa, proporcionando beneficios no solo en estos ámbitos, sino también en la economía y la cultura. La capacidad de la OTAN para movilizar entre 300,000 y 500,000 soldados en un mes es un testimonio de su poderío. A pesar de las voces que abogan por una mayor independencia europea en defensa, el diplomático español advirtió que es complicado construir una alternativa viable a la OTAN. La dependencia de los Estados Unidos en términos de capacidades militares ha sido un tema recurrente, y Colomina enfatizó que Europa debe ser capaz de responder a sus propias necesidades de seguridad, pero de manera coordinada con Estados Unidos.
El representante de la OTAN también hizo hincapié en que el aumento del gasto militar es un tema urgente. La cumbre de líderes de la OTAN, programada para la próxima semana en La Haya, se centrará en la necesidad de incrementar la inversión en defensa, dado que el contexto de seguridad es el más inestable que se ha conocido en décadas. Colomina destacó que Europa ha invertido muy poco en defensa en los últimos 30 años, confiando en la capacidad militar estadounidense, lo que ha llevado a una situación en la que es imperativo que el continente asuma un papel más activo en su propia defensa.
**Inversiones en Defensa y el Desafío del Sahel**
En su discurso, Colomina también abordó la propuesta de elevar la inversión en defensa al 5% del PIB en un plazo de siete años, un objetivo que incluye un 3.5% destinado exclusivamente a defensa y un 1.5% a áreas relacionadas como la resiliencia y la infraestructura. Esta propuesta, impulsada por Estados Unidos y el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, busca que los países europeos, incluidos aquellos que han sido más reacios a aumentar su gasto militar, como España, se comprometan a alcanzar estos objetivos.
Colomina subrayó que este incremento en la inversión representa una oportunidad significativa para España, que cuenta con una de las industrias de defensa más importantes de Europa. La creación de empleo y el desarrollo tecnológico son beneficios colaterales que pueden surgir de un mayor compromiso con la defensa. Sin embargo, también advirtió sobre la cultura de defensa en España, que es menos pronunciada en comparación con los países del este de Europa, donde la proximidad a Rusia ha llevado a una mayor conciencia sobre la seguridad.
Uno de los puntos más críticos que Colomina destacó es la situación en el Sahel, una región que enfrenta desafíos significativos como el terrorismo y la inmigración. A pesar de que el conflicto en Ucrania podría llegar a su fin, la fragilidad en el Sahel es un problema que persistirá durante décadas. La creciente presencia de Rusia, China e Irán en esta región ha generado preocupación, y Colomina instó a Europa a invertir más en el Sahel para evitar que se convierta en un foco de inestabilidad que afecte a Europa.
El sur de España, en particular, está más expuesto a las amenazas que emanan del Sahel, lo que hace que la inversión en esta región sea aún más urgente. Colomina enfatizó que es fundamental que los líderes europeos reconozcan la importancia de abordar estos desafíos de seguridad, no solo desde una perspectiva militar, sino también a través de inversiones políticas y económicas.
La defensa europea, por tanto, no solo se trata de aumentar el gasto militar, sino de entender la interconexión entre la seguridad, la economía y la estabilidad regional. La colaboración con la OTAN y la inversión en áreas vulnerables como el Sahel son pasos cruciales para garantizar un futuro más seguro y estable para Europa. La visión de Colomina es clara: la defensa europea debe ser robusta, pero siempre en el marco de una colaboración efectiva con la OTAN, que sigue siendo un aliado indispensable en la búsqueda de la seguridad colectiva.
