La Diputación de Málaga ha lanzado una ambiciosa iniciativa conocida como EnRuta, diseñada para mejorar la empleabilidad de 1.830 personas desempleadas en la provincia. Este programa, que cuenta con un presupuesto total de siete millones de euros, es el resultado de la colaboración entre la Diputación y una treintena de entidades tanto públicas como privadas. El presidente de la Diputación, Francisco Salado, presentó el proyecto junto a representantes de las entidades participantes, que incluyen ayuntamientos, mancomunidades, grupos de desarrollo comarcal, organizaciones empresariales, y la Universidad de Málaga (UMA) y la UNED.
La financiación del proyecto se desglosa en más de un millón de euros aportados por la Diputación, mientras que el resto proviene del Fondo Social Europeo Plus (FSE+) a través del Programa de Empleo, Educación, Formación y Economía Social (ÉFESO). Durante la presentación, Salado enfatizó la importancia de la colaboración entre instituciones para abordar el desafío del acceso al empleo, afirmando que «el empleo es una prioridad, ya que permite el progreso y el avance de la provincia».
El proyecto EnRuta se centra en los municipios de menos de 5.000 habitantes que no forman parte de grandes áreas urbanas. Se prevé la implementación de 122 itinerarios formativos de inserción laboral, enfocados en sectores clave de la economía malagueña. Estos sectores incluyen la hostelería y el turismo sostenible, la agricultura y la industria agroalimentaria, el comercio y la logística, las nuevas tecnologías y la digitalización, la atención sociosanitaria, el medio ambiente y la gestión de residuos, así como la construcción y rehabilitación sostenible de viviendas.
Cada itinerario formativo ofrecerá cursos de entre 200 y 300 horas, que permitirán a los participantes obtener certificados de profesionalidad. Además, se incluirá formación transversal sobre habilidades sociales, desarrollo personal, hábitos saludables y herramientas de inteligencia artificial aplicadas a la búsqueda de empleo. Los participantes también tendrán acceso a prácticas profesionales no laborales, así como a tutorización y orientación individualizada, con el fin de mejorar su inserción en el mercado laboral.
El proyecto no solo se limita a la formación técnica, sino que también promoverá jornadas de activación y motivación para el empleo. Estas jornadas crearán espacios de debate y aprendizaje compartido, fortaleciendo el trabajo en red y contribuyendo a la consolidación de un territorio socialmente responsable. Para participar en los itinerarios de inserción, los interesados deben estar empadronados en municipios de la provincia, excluyendo Málaga capital y Vélez-Málaga, que cuentan con proyectos propios del FSE+. Además, deben estar desempleados e inscritos como demandantes de empleo.
Se dará prioridad a quienes residan en municipios menores de 20.000 habitantes y a aquellos pertenecientes a colectivos con mayores dificultades de acceso al mercado laboral, como desempleados de larga duración, mayores de 45 años, personas con discapacidad igual o superior al 33%, en situación de vulnerabilidad o extranjeras. Francisco Salado anunció que las convocatorias se publicarán de forma gradual, comenzando con la primera que se difundirá en el Boletín Oficial de la Provincia. Esta fase inicial ofrecerá itinerarios en doce municipios con especialidades que abarcan desde el aseo y movilización de personas dependientes hasta la jardinería y restauración del paisaje.
Las solicitudes para participar en los itinerarios podrán tramitarse a través de la sede electrónica de la Diputación o mediante el formulario incluido en la convocatoria. Los seleccionados tendrán derecho a una beca de formación durante su participación en el itinerario, lo que representa un incentivo adicional para aquellos que buscan mejorar sus habilidades y aumentar sus posibilidades de empleo.
El proyecto EnRuta no solo busca ofrecer formación, sino que también pretende crear un ecosistema de apoyo y colaboración entre diferentes sectores de la sociedad. La participación de entidades públicas y privadas es fundamental para garantizar el éxito de esta iniciativa, que tiene como objetivo no solo reducir el desempleo en la provincia, sino también fomentar un desarrollo económico sostenible y socialmente responsable.
La importancia de este tipo de iniciativas radica en su capacidad para adaptarse a las necesidades del mercado laboral actual, que exige habilidades específicas y una formación continua. En un contexto donde la digitalización y la sostenibilidad son cada vez más relevantes, el proyecto EnRuta se posiciona como una respuesta efectiva a los desafíos que enfrentan los desempleados en Málaga.
Además, la inclusión de prácticas profesionales no laborales es un aspecto clave que permitirá a los participantes adquirir experiencia real en el campo laboral, lo que a su vez aumentará su empleabilidad. La orientación individualizada y la tutorización son elementos que también se han considerado esenciales para guiar a los participantes en su proceso de búsqueda de empleo, brindándoles las herramientas necesarias para enfrentar el competitivo mercado laboral.
En resumen, el proyecto EnRuta representa un paso significativo hacia la mejora de la empleabilidad en Málaga, ofreciendo oportunidades de formación y desarrollo personal a miles de personas desempleadas. La colaboración entre diferentes entidades y la atención a las necesidades específicas de los colectivos más vulnerables son aspectos que destacan en esta iniciativa, que busca no solo reducir el desempleo, sino también construir un futuro más prometedor para la provincia.