Las intensas lluvias que han azotado la Comunitat Valenciana en las últimas horas han dejado un panorama desolador en varias localidades, especialmente en l’Horta Sud. Con acumulaciones de agua que han alcanzado los 116 litros por metro cuadrado en Alcasser, la situación se ha vuelto crítica, llevando a las autoridades a activar protocolos de emergencia y a coordinar esfuerzos para mitigar los efectos del temporal.
**Condiciones Meteorológicas y Efectos Inmediatos**
Las precipitaciones comenzaron a intensificarse durante la noche, y los datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) han confirmado que la lluvia ha sido especialmente intensa en localidades como Quart de Poblet, donde se registraron 61 litros, y Picanya, con 44,8 litros. El alcalde de Alcasser, Vicente Císcar, ha declarado que, a pesar de la magnitud de las lluvias, la situación se mantiene controlada, aunque el barranco del Poyo presenta un caudal de 10 metros cúbicos por segundo, lo que ha llevado a la coordinación con los municipios vecinos de Chiva y Cheste para monitorear los cauces y prevenir posibles desbordamientos.
Los Bomberos de Valencia han recibido cerca de 20 avisos, muchos de ellos relacionados con el saneamiento de fachadas y la caída de árboles. En Sagunt, se han reportado varios vehículos atrapados por el agua, aunque afortunadamente no se han registrado daños personales. La lluvia también ha afectado el servicio de metro, obligando a cortar la circulación de la Línea 1 entre Torrent y Castelló de manera preventiva, lo que ha generado la necesidad de establecer un servicio de autobuses sustitutorios.
**Inundaciones y Daños en Infraestructuras**
Uno de los lugares más afectados ha sido el Mercado de Castilla, que ha sufrido inundaciones debido al mal estado de su cubierta, que está pendiente de reparación. Las imágenes del antiguo lavadero de Benifaió, completamente inundado, han impactado a los residentes, reflejando la magnitud de la situación. En la capital, aunque el tráfico no ha sido tan caótico debido al fin de semana, se han reportado incidentes como el cierre del túnel de Tres Forques por acumulación de agua.
La Policía Local de València ha tomado medidas preventivas, evacuando el Jardín del Túria por el riesgo de caída de árboles y ramas. Además, se ha decretado la alerta naranja para gran parte del día, lo que ha llevado a la suspensión de actividades deportivas y a la recomendación de evitar desplazamientos innecesarios. Las patrullas de la policía han estado activas en el Jardín del Turia, asegurando la seguridad de los ciudadanos.
En Pilar de la Horadada, la situación ha sido igualmente preocupante, con los Bomberos de la Diputación activando la situación 1 del Plan Especial frente al Riesgo de Inundaciones. Se han realizado desalojos en varias pedanías, afectando a unas 60 personas que, afortunadamente, han podido regresar a sus hogares tras la mejora de las condiciones. Las intervenciones de la policía local han incluido achiques de agua y la atención a filtraciones en viviendas y vehículos bloqueados por el agua.
**Recomendaciones y Medidas de Seguridad**
Ante la persistencia de las lluvias, las autoridades han instado a los ciudadanos a mantenerse informados sobre las condiciones meteorológicas y a seguir las recomendaciones de seguridad. La Aemet ha advertido sobre la posibilidad de que las lluvias continúen, lo que podría agravar la situación en las áreas ya afectadas. Se recomienda a los residentes que eviten transitar por zonas inundadas y que estén atentos a las alertas de emergencia emitidas por las autoridades locales.
El protocolo de riesgos meteorológicos ha sido reforzado, y se ha establecido un seguimiento de lluvias y caudales cada dos horas para evaluar la evolución de la situación. Las autoridades están trabajando en conjunto para garantizar la seguridad de los ciudadanos y minimizar los daños causados por este fenómeno meteorológico.
La comunidad se enfrenta a un desafío significativo, y la colaboración entre los diferentes cuerpos de emergencia y la población será crucial para superar esta crisis. Las lluvias han puesto de manifiesto la necesidad de mejorar la infraestructura y los sistemas de drenaje en la región, así como la importancia de estar preparados para futuros eventos climáticos adversos.