La reciente intervención del ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, ha reavivado el debate sobre la oficialidad del valenciano en el contexto europeo. En una entrevista, Torres se mostró favorable al reconocimiento del catalán, gallego y euskera en las instituciones europeas, pero evitó abordar directamente la situación del valenciano, lo que ha generado críticas y cuestionamientos sobre la postura del Gobierno español respecto a esta lengua cooficial.
### La Posición del Gobierno sobre el Valenciano
El ministro Torres ha destacado que el reconocimiento de lenguas como el catalán, gallego y euskera en Europa sería un avance significativo. Sin embargo, su falta de compromiso con el valenciano ha suscitado inquietudes entre los defensores de esta lengua. En el Estatuto de Autonomía de la Comunitat Valenciana, el valenciano es reconocido como lengua propia y cooficial, lo que plantea la pregunta de por qué no se incluye en la misma categoría que las otras lenguas mencionadas.
Durante la entrevista, Torres se limitó a señalar que el valenciano, junto con el catalán y el balear, son «cuestiones filológicas de profundidad». Esta afirmación ha sido interpretada por algunos como un intento de desviar la atención del debate sobre la oficialidad del valenciano. La falta de una respuesta clara sobre si el Gobierno debería abogar por el valenciano en las instituciones europeas ha dejado a muchos preguntándose si existe una discriminación implícita hacia esta lengua.
El titular de Política Territorial también fue cuestionado sobre las declaraciones del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, quien se negó a reconocer la oficialidad del valenciano. Torres defendió a Albares, afirmando que este tiene la responsabilidad máxima en esta competencia y que su postura era clara. Sin embargo, esta defensa no ha calmado las aguas, ya que muchos consideran que el valenciano merece el mismo trato que las otras lenguas cooficiales en España.
### Reacciones y Consecuencias Políticas
La controversia ha llevado al president de la Generalitat, Carlos Mazón, a anunciar su intención de proponer la reprobación del ministro Albares en Les Corts. Esta acción refleja la creciente tensión entre el Gobierno valenciano y el central, especialmente en lo que respecta al reconocimiento y uso del valenciano en el ámbito público y administrativo.
Además, la situación ha generado un debate más amplio sobre el uso de lenguas cooficiales en los medios de comunicación. Torres mencionó que los representantes de comunidades autónomas gobernadas por el Partido Popular han solicitado un mayor uso de sus lenguas en RTVE. Sin embargo, se ha señalado que el actual Consell, presidido por Mazón, no ha hecho solicitudes similares para aumentar el uso del valenciano en la televisión autonómica À Punt, lo que ha llevado a críticas sobre la falta de acción en este frente.
La situación del valenciano en el contexto europeo es un tema que va más allá de la política local. La inclusión de lenguas cooficiales en las instituciones europeas no solo afecta a la identidad cultural de las regiones, sino que también tiene implicaciones en la representación y visibilidad de estas lenguas en el ámbito internacional. La falta de un compromiso claro por parte del Gobierno español podría resultar en una mayor marginación del valenciano, lo que a su vez podría afectar su uso y promoción en la comunidad valenciana.
En este contexto, es fundamental que los ciudadanos y las instituciones valencianas mantengan un diálogo activo sobre la importancia del valenciano y su reconocimiento en Europa. La defensa de la lengua no solo es una cuestión de identidad cultural, sino también de derechos lingüísticos y de igualdad ante la ley. La situación actual exige una reflexión profunda sobre cómo se valoran y promueven las lenguas cooficiales en España y en el ámbito europeo.
El futuro del valenciano en Europa dependerá de la capacidad de los líderes políticos para abordar este tema con seriedad y compromiso. La presión de la sociedad civil y de los grupos de defensa de la lengua será crucial para asegurar que el valenciano reciba el reconocimiento que merece en el contexto europeo. La lucha por la oficialidad del valenciano no es solo una cuestión de política, sino una cuestión de justicia lingüística y cultural que debe ser atendida con urgencia.