La Comunitat Valenciana ha experimentado un notable incremento en el número de piscinas, con más de 2.000 nuevas instalaciones en el último año. Este fenómeno no solo refleja una tendencia hacia el ocio y el disfrute del clima mediterráneo, sino que también plantea importantes cuestiones sobre el uso del agua en un contexto de creciente preocupación por el cambio climático y la sequía. Con un total de 252.704 piscinas al aire libre, la Comunitat Valenciana se posiciona como la segunda comunidad autónoma con mayor cantidad de estas instalaciones, solo superada por Andalucía. Este crecimiento, sin embargo, no es uniforme y revela disparidades significativas entre las provincias que componen la comunidad.
La provincia de Alicante destaca como la que más piscinas alberga, con 130.813 instalaciones, lo que representa más de la mitad del total en la comunidad. En contraste, la provincia de Valencia cuenta con 102.095 piscinas, mientras que Castellón se queda atrás con apenas 19.796. Esta distribución geográfica pone de manifiesto que la mayor densidad de piscinas se encuentra en la franja litoral, donde la población es más densa y el turismo es un motor económico clave. En términos de ratio, en Alicante hay una piscina por cada 14 habitantes, mientras que en Valencia y Castellón esta cifra se eleva a 26 y 30 habitantes por piscina, respectivamente.
### La Densidad de Piscinas en Alicante
El fenómeno de la proliferación de piscinas es especialmente evidente en municipios turísticos de la provincia de Alicante. Localidades como Teulada, Benissa y Xàbia presentan ratios impresionantes, con casi una piscina por cada tres habitantes. Xàbia, en particular, se destaca como el municipio con el mayor número de piscinas en toda la Comunitat Valenciana, con 9.275 instalaciones registradas. Esta densidad es tan alta que solo este municipio tiene la misma cantidad de piscinas que toda la provincia de Castellón.
El crecimiento de piscinas en la provincia de Alicante no es solo un reflejo de la demanda por parte de los residentes, sino también de la transformación del paisaje urbano. Las urbanizaciones y complejos residenciales han proliferado, facilitando la construcción de piscinas privadas. En este contexto, las piscinas se han convertido en un elemento esencial para sobrellevar las altas temperaturas del verano, funcionando como un refugio frente al calor extremo.
Sin embargo, el crecimiento no se limita a Alicante. Otras comarcas de la Comunitat Valenciana también han visto un aumento en el número de piscinas. Por ejemplo, el Camp de Túria ha registrado 613 nuevas instalaciones en el último año, superando a otras áreas como la Marina Baixa y la Marina Alta. Este crecimiento se concentra en zonas residenciales donde la construcción de piscinas es más viable y común.
### Desigualdades en el Acceso a Piscinas
A pesar del auge de las piscinas en la Comunitat Valenciana, existen áreas que se encuentran en una situación completamente opuesta. Diez municipios valencianos carecen de piscinas exteriores, lo que plantea un desafío considerable para sus habitantes durante los meses de calor. Localidades como Alfara de la Baronía, Ares del Maestrat y Castell de Cabres no cuentan con ninguna instalación de este tipo, lo que obliga a sus residentes a buscar alternativas en otras comunidades autónomas. Por ejemplo, algunos vecinos de la Puebla de San Miguel deben conducir hasta 30 minutos para acceder a una piscina en Riodeva, en Aragón, o recurrir a ríos cercanos para refrescarse.
Esta disparidad en el acceso a piscinas resalta la necesidad de un enfoque más equitativo en la planificación urbana y la gestión de recursos hídricos. Mientras que las áreas costeras y turísticas disfrutan de un acceso fácil a instalaciones recreativas, los municipios del interior enfrentan retos significativos que pueden afectar la calidad de vida de sus habitantes durante los meses más calurosos del año.
En resumen, el boom de piscinas en la Comunitat Valenciana refleja tanto un deseo de disfrutar del clima cálido como una respuesta a las condiciones climáticas extremas que se están volviendo más comunes. Sin embargo, la desigualdad en la distribución de estas instalaciones plantea preguntas importantes sobre el acceso equitativo a recursos recreativos y la sostenibilidad del uso del agua en un contexto de cambio climático. A medida que la comunidad continúa creciendo, será esencial abordar estas cuestiones para garantizar que todos los ciudadanos puedan disfrutar de un refugio frente al calor.