La reciente visita de estado de Donald Trump al Reino Unido ha reavivado el debate sobre la percepción que el movimiento MAGA (Make America Great Again) tiene sobre la nación británica. A pesar de la aparente mejora en las relaciones bilaterales, figuras prominentes del trumpismo, como Elon Musk, han expresado su descontento con el gobierno laborista de Keir Starmer, señalando que el país enfrenta una decadencia alarmante. Este artículo explora las opiniones del trumpismo sobre el Reino Unido, centrándose en la inmigración, la delincuencia y la libertad de expresión.
### La Narrativa de la Decadencia
El trumpismo ha adoptado una narrativa que describe al Reino Unido como un país en crisis, caracterizado por una inmigración masiva y un aumento de la delincuencia. Durante una manifestación antiinmigración en Londres, Musk se unió a casi 150,000 personas que exigían un cambio radical en las políticas del gobierno. Este evento no solo refleja el descontento con la inmigración, sino que también pone de relieve la percepción de que el Reino Unido ha perdido su estatus como potencia mundial.
Las críticas hacia el alcalde de Londres, Sadiq Khan, y la proliferación de parques eólicos en el país son parte de un discurso más amplio que sostiene que el Reino Unido está siendo invadido por inmigrantes, especialmente musulmanes. Esta retórica ha llevado a algunos líderes del movimiento a afirmar que el país está al borde de una guerra civil. Steve Bannon, ex asesor de Trump, ha sido uno de los más vocales en esta crítica, sugiriendo que el Reino Unido necesita un resurgimiento económico y moral que solo puede venir de Estados Unidos.
La idea de una «Gran Bretaña rota» se ha vuelto común entre los simpatizantes del trumpismo. Preguntas como «¿Es seguro caminar por Mayfair de noche?» o «¿Se puede tuitear libremente en el Reino Unido?» se han convertido en parte del discurso político, reflejando una creciente preocupación por la seguridad y la libertad de expresión en el país. Esta narrativa se utiliza para justificar la intervención de Estados Unidos en los asuntos británicos, con la esperanza de restaurar lo que consideran un orden social y político más estable.
### Estrategias de Influencia del Trumpismo
El movimiento MAGA no se limita a la retórica; está implementando estrategias concretas para influir en la política británica. Delegaciones del Departamento de Estado de EE. UU. han viajado a Europa para investigar casos de censura en el Reino Unido, lo que sugiere un interés por parte de la administración estadounidense en promover su agenda en el país. Además, Musk ha expresado su apoyo a figuras como Tommy Robinson, quien se ha convertido en un símbolo de la lucha por la libertad de expresión en el contexto británico.
Nigel Farage, una figura clave en la política británica, ha sido apodado el «primer amigo» de Trump en el Reino Unido. Su alineación con el discurso populista estadounidense ha permitido que el mensaje del trumpismo resuene en el contexto británico. Gorras con el lema «Make Britain Great Again» han comenzado a aparecer en eventos políticos, simbolizando la creciente influencia de la ideología MAGA en el Reino Unido.
Dentro del Departamento de Estado estadounidense, se ha mencionado un «proyecto especial» para el Reino Unido, lo que indica que el país es visto como un aliado estratégico en la lucha por mantener la fortaleza del bloque occidental. La idea es que un Reino Unido conservador y económicamente fuerte sería un aliado más robusto para Estados Unidos en el futuro.
Con el 250º aniversario de la independencia estadounidense en 2026, el trumpismo ve esta fecha como una oportunidad simbólica para contrastar la fortaleza de EE. UU. con la supuesta decadencia británica. Para el líder laborista Keir Starmer, la tarea será mantener la amistad transatlántica sin ceder a las presiones del trumpismo, que busca moldear la política británica a su imagen.
Mientras tanto, figuras como Musk y Bannon continúan promoviendo la idea de que el Reino Unido debe ser reconstruido como una «ciudadela de Occidente», siguiendo el modelo de resistencia cultural y política del movimiento MAGA. Esta visión no solo busca restaurar el estatus del Reino Unido en el mundo, sino que también plantea preguntas sobre el futuro de la política británica y su relación con Estados Unidos en un contexto global cada vez más complejo.