El aeropuerto de Málaga, uno de los principales puntos de entrada a la Costa del Sol, está dando pasos significativos hacia la sostenibilidad al implementar el uso de agua regenerada en sus instalaciones. Este proyecto, que se encuentra en fase de negociación con el Ayuntamiento de Málaga, tiene como objetivo utilizar agua tratada para diversas aplicaciones no potables, lo que representa un avance importante en la gestión de recursos hídricos en la región.
### Uso de Agua Regenerada en el Aeropuerto
La iniciativa de utilizar agua regenerada en el aeropuerto se centra en su aplicación en sistemas de refrigeración y en los fluxores de los retretes. Esta agua, que proviene de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) Guadalhorce, será esencial para reducir el consumo de agua potable en el aeródromo. La EDAR tiene la capacidad de tratar y regenerar agua, y una vez que se complete la ampliación de su capacidad de tratamiento terciario, el Ayuntamiento podrá vender el excedente a otros municipios y entidades privadas.
El proyecto, impulsado por EMASA, contempla la creación de una red de distribución que permitirá transportar el agua regenerada a través de una serie de tuberías de 10,3 kilómetros. Esta infraestructura incluirá una conducción principal de 3.647 metros que se extenderá bajo la avenida de Velázquez y la carretera MA-21, junto con cinco ramales secundarios que suman 4.459 metros. La conexión de esta red con el aeropuerto representa una oportunidad única para optimizar el uso de recursos hídricos en una de las áreas más transitadas de la región.
Sin embargo, la implementación de este proyecto no está exenta de desafíos. Los trámites ambientales son un obstáculo que debe superarse para que el aeropuerto pueda beneficiarse de esta red de bombeo. La optimización de las infraestructuras de filtrado y la construcción de nuevas estaciones de bombeo son pasos necesarios para garantizar que el agua regenerada llegue a su destino de manera eficiente y segura.
### Compromisos de Aena hacia la Sostenibilidad
Aena, la entidad que gestiona el aeropuerto de Málaga, ha establecido varios objetivos ambiciosos en su camino hacia la sostenibilidad. Para 2030, la compañía se ha comprometido a reducir el consumo de agua por pasajero en un 10% en comparación con los niveles de 2019. Además, Aena ha adoptado un enfoque de cero residuos, con la meta de alcanzar este objetivo para 2040. Estas iniciativas son parte de un esfuerzo más amplio para minimizar la huella hídrica y ambiental de las operaciones aeroportuarias.
Entre las medidas ya implementadas, se encuentra la recolección y recirculación de agua en los parques de bomberos del aeropuerto, donde se verifica diariamente la presión de los equipos. Además, el sistema de enfriadores de la central termofrigorífica ha sido optimizado para utilizar un 70% menos de agua. Este enfoque proactivo ha permitido a Aena reutilizar el agua hasta cuatro veces antes de que su calidad no sea suficiente para su uso, momento en el cual se destina a los fluxores de los baños.
Durante la reciente ampliación de la terminal T3, se rediseñó el sistema de gestión del agua para reducir el consumo energético, lo que demuestra el compromiso de Aena con la eficiencia y la sostenibilidad. También se han instalado sistemas de reutilización de aguas en los lavaderos de vehículos, tanto en las instalaciones de Aena como en las campas de Rent a Car. En 2024, se logró un ahorro del 30% en el consumo de agua por pasajero gracias a la reutilización de agua, lo que subraya la efectividad de estas iniciativas.
Además, se han implementado tecnologías avanzadas, como grifos con sensor de presencia y contadores que permiten medir el consumo en tiempo real y detectar fugas. Estas innovaciones no solo contribuyen a la sostenibilidad, sino que también mejoran la experiencia del pasajero al garantizar un uso más eficiente de los recursos.
El uso de agua regenerada en el aeropuerto de Málaga es un ejemplo claro de cómo las infraestructuras pueden adaptarse a las necesidades ambientales actuales. A medida que el mundo enfrenta desafíos relacionados con el agua y el cambio climático, iniciativas como esta son fundamentales para garantizar un futuro sostenible. La colaboración entre el aeropuerto y el Ayuntamiento de Málaga es un paso en la dirección correcta, y se espera que este modelo de gestión de recursos hídricos sirva como referencia para otros aeropuertos y ciudades en España y más allá.