El sonido de los cascos sobre el asfalto ha dejado de resonar en las calles de Málaga, marcando el fin de una era que había sido parte del paisaje urbano durante décadas. La decisión de eliminar los coches de caballos como medio de transporte turístico ha sido un cambio significativo que ha generado tanto alivio como tristeza entre los cocheros y defensores de los derechos de los animales. Este artículo explora el contexto de esta transformación y la historia conmovedora de cómo se salvaron a los últimos caballos de la ciudad.
La eliminación de las licencias de los coches de caballos se hizo oficial a principios de octubre, cuando el Ayuntamiento de Málaga revocó las 25 licencias que aún estaban en vigor. Esta decisión, anunciada por el alcalde, Francisco de la Torre, se fundamenta en el bienestar y la seguridad de los animales, así como en un informe técnico que señalaba la incompatibilidad del servicio con el desarrollo urbano de la ciudad. Con esta medida, Málaga se une a otras ciudades que han optado por alternativas de transporte más sostenibles, marcando un paso hacia un futuro más ético y responsable.
### La Historia de Anne Blitz y el Rescate de los Caballos
En medio de este cambio histórico, una mujer francesa, Anne Blitz, ha jugado un papel crucial en la salvación de los últimos caballos que estaban en peligro de ser enviados al matadero. Anne, jubilada de la Comisión Europea y presidenta de la asociación Burrito y Caballo Libre, se enteró de la situación crítica de los caballos gracias a su conexión con Concordia, de la asociación Todos los Caballos del Mundo. La noticia de que los cocheros estaban vendiendo a sus animales antes del cierre de los establos a finales de octubre la impulsó a actuar rápidamente.
“Me avisaron de que iban a cerrar los establos y que algunos caballos podían acabar en el matadero si nadie se hacía con ellos, así que empecé a moverme para evitarlo”, recuerda Anne. Con la urgencia de quien sabe que el tiempo se agota, ella y su asociación, junto con una amiga cercana, lograron reunir 2.900 euros de su propio bolsillo para comprar tres caballos directamente a los cocheros. Este trato se cerró sin intermediarios, lo que demuestra la determinación de Anne para asegurar un futuro seguro para estos animales.
No fueron las únicas que se involucraron en esta noble causa. La empresa Factor 3 Event y el refugio A Better Life 4 Horses, ubicado en Antequera, también se unieron al esfuerzo, comprando seis caballos más por un total de 8.700 euros. En total, nueve caballos fueron rescatados y trasladados al refugio, donde ahora disfrutan de un amplio espacio de catorce hectáreas. “En esta gran extensión de campo y praderas, los animales van a ser muy felices y van a vivir el resto de su vida libres”, afirma Anne, quien se siente satisfecha de haber podido ayudar a estos animales que han trabajado arduamente durante toda su vida en la ciudad.
### La Reacción de los Cocheros y el Futuro de los Animales
Mientras tanto, en Teatinos, los establos se vacían poco a poco, y Antonio Domínguez, presidente de la Asociación de Cocheros de Málaga, se asegura de que la transición se complete sin incidentes. “Estamos encantados con la labor que están haciendo”, asegura Antonio. “Al final, nosotros queremos eso, que nuestros animales vayan a buenas manos. Son caballos que han trabajado mucho y se merecen tener un descanso. Son caballos buenos, y quien se los lleve es para disfrutarlos”, manifiesta con un tono de alivio.
Antonio sigue cuidando de los pocos caballos que quedan en las cuadras, a la espera de que sean recogidos. Aunque siente tristeza por el cierre de los establos, también comprende que los tiempos cambian y que lo más importante es que los animales encuentren un hogar seguro y amoroso. “Nos da pena, claro. Hemos pasado toda la vida entre estos animales, pero también entendemos que los tiempos cambian. Lo importante es que acaben bien”, concluye.
La decisión de eliminar los coches de caballos en Málaga ha sido el resultado de un proceso que se ha desarrollado a lo largo de los años, impulsado por la creciente preocupación por el bienestar animal y la necesidad de adaptarse a un entorno urbano en constante evolución. La revocación de las licencias ha sido acompañada de indemnizaciones para los cocheros, quienes han recibido 125.380 euros cada uno, lo que representa un gasto total de aproximadamente 3 millones de euros por parte del Ayuntamiento.
Este cambio no solo refleja una evolución en la percepción de los derechos de los animales, sino que también subraya la importancia de la solidaridad y la acción comunitaria. La historia de Anne Blitz y su esfuerzo por salvar a los caballos es un ejemplo inspirador de cómo la determinación individual puede generar un impacto significativo en la vida de otros seres vivos. A medida que Málaga avanza hacia un futuro más sostenible, la comunidad se une para garantizar que los caballos que han servido a la ciudad durante tanto tiempo tengan un final digno y feliz.
