La reciente comparecencia de Miguel Polo Cebellán, presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), ante la jueza y el fiscal en relación con la gestión de la dana ha revelado serias deficiencias en la coordinación de emergencias. Durante su declaración, Polo expuso la falta de decisiones y la confusión que reinó en el Centro de Coordinación Operativa Integrado (Cecopi) durante la crisis, lo que ha generado un gran revuelo en la opinión pública y ha puesto en tela de juicio la eficacia de los protocolos de emergencia establecidos.
La tarde del 29 de octubre, Polo relató que a las 19 horas, en medio de una reunión crítica, alguien en el Cecopi exclamó: «¿Pero no habéis mandado el mensaje?». Esta frase, que refleja la desesperación y la urgencia de la situación, fue acompañada por la intervención de Vicent Mompó, presidente de la Diputación de València, quien instó a enviar la alerta de inmediato. A pesar de su presencia en la reunión, Mompó no era miembro nato del Cecopi, lo que subraya la confusión y la falta de claridad en la gestión de la crisis.
Polo también destacó la tensión que se vivía en la sala, donde los representantes de la CHJ, que participaban de forma telemática, se mostraban preocupados por la falta de decisiones. «Veíamos que no se tomaban decisiones, y estábamos preocupados por los avisos que piden. Por nuestra parte fue muy tensa la situación porque no se tomaban decisiones», afirmó Polo. Esta falta de acción oportuna es especialmente alarmante dado el contexto de la dana, que requería una respuesta rápida y efectiva para mitigar sus efectos devastadores.
### La Confusión en la Toma de Decisiones
Uno de los momentos más críticos de la declaración de Polo fue cuando mencionó que la consellera Salomé Pradas, presente en la reunión, llegó a leer un mensaje y preguntó si era adecuado enviarlo. Polo, con el micrófono cerrado, expresó su desacuerdo, pero instó a que se enviara algún tipo de comunicación. Esta situación pone de manifiesto no solo la falta de claridad en la comunicación, sino también la incertidumbre que existía entre los responsables de la toma de decisiones.
La consellera, según Polo, mostró dudas sobre su capacidad para tomar medidas, lo que generó una atmósfera de indecisión en un momento crítico. La insistencia del director Jorge Suárez, quien le recordó que la ley le ampara para actuar, resalta la necesidad de una estructura de mando clara y efectiva en situaciones de emergencia. La falta de confianza y la confusión en la toma de decisiones pueden tener consecuencias fatales en situaciones de crisis, donde cada minuto cuenta.
Además, Polo mencionó que, tras la nueva conexión al Cecopi, se acordó enviar dos mensajes de alerta: uno para toda la provincia de València y otro para las comarcas de la Ribera Alta y la Hoya de Buñol. Sin embargo, la tardanza en la emisión de estas alertas pone en evidencia la ineficacia del sistema de comunicación en situaciones de emergencia. La capacidad de respuesta rápida es esencial para proteger a la población y minimizar los daños, y la falta de acción oportuna puede resultar en pérdidas humanas y materiales significativas.
### Repercusiones y Demandas de Responsabilidad
La declaración de Miguel Polo ha suscitado un amplio debate sobre la gestión de emergencias en la Comunidad Valenciana. La falta de coordinación y la confusión en la toma de decisiones han llevado a muchos a exigir una revisión exhaustiva de los protocolos de emergencia y una mayor responsabilidad por parte de los funcionarios involucrados. La ciudadanía espera respuestas claras y efectivas de sus representantes, especialmente en momentos de crisis que amenazan su seguridad y bienestar.
Las críticas no solo se dirigen hacia la CHJ, sino también hacia el gobierno regional, que debe garantizar que sus estructuras de emergencia estén preparadas para actuar de manera eficiente y efectiva. La transparencia en la gestión de crisis es fundamental para restaurar la confianza de la población en las instituciones encargadas de su seguridad.
La comparecencia de Polo es solo el comienzo de un proceso que podría llevar a una reevaluación de las políticas de gestión de emergencias en la región. La ciudadanía exige respuestas y medidas concretas que aseguren que situaciones similares no se repitan en el futuro. La gestión de crisis es un tema que debe ser abordado con seriedad y compromiso, y la reciente declaración de Polo ha puesto de manifiesto la necesidad urgente de mejorar los protocolos y la comunicación en situaciones de emergencia.