La situación actual del Estadio La Rosaleda en Málaga ha generado un intenso debate entre los diferentes actores involucrados, desde el Ayuntamiento hasta los aficionados del Málaga CF. La reciente solicitud del PSOE para un Pleno Extraordinario pone de manifiesto las preocupaciones sobre la mudanza temporal del equipo al Estadio de Atletismo, que podría tener repercusiones significativas en la afición y en la economía local.
### La Mudanza y sus Consecuencias
El Málaga CF se enfrenta a un desafío considerable debido a la remodelación de su estadio, La Rosaleda, que se prevé que dure dos temporadas. Esta situación ha llevado al club a trasladarse al Estadio de Atletismo, que tiene una capacidad máxima de 12,500 asientos. Sin embargo, el número de abonados del equipo supera los 25,000, lo que significa que más de la mitad de los aficionados no podrán asistir a los partidos. Esta discrepancia ha sido calificada por el PSOE como un «impacto económico, deportivo y social irreversible».
Dani Pérez, líder del grupo municipal del PSOE, ha expresado su preocupación por la falta de comunicación y transparencia por parte del alcalde Francisco de la Torre. En una rueda de prensa, Pérez afirmó que el malaguismo se siente «engañado» y que el alcalde debe dar la cara y explicar si se cumplirán los plazos para el Mundial 2030. La situación se complica aún más por la falta de un plan claro que garantice que todos los abonados puedan asistir a los partidos durante la remodelación.
El PSOE ha propuesto cinco acuerdos en su solicitud, que incluyen el rechazo al incumplimiento de habilitar un estadio con al menos 26,000 asientos y la adopción de medidas para que el Estadio de Atletismo pueda acoger a todos los abonados, incluso si eso implica la instalación de gradas modulares. Además, exigen un cronograma público y detallado de las obras, así como una reunión con el club y otras administraciones para asegurar que se tomen decisiones que no perjudiquen a la masa social del club.
### La Respuesta del Ayuntamiento y los Retos Logísticos
El alcalde Francisco de la Torre tiene un plazo de 15 días para convocar el Pleno Extraordinario solicitado por el PSOE. Sin embargo, la situación es compleja. Un informe negativo de Carreteras ha señalado que las infraestructuras actuales no son suficientes para soportar el tráfico generado por 26,000 personas en el Estadio Ciudad de Málaga. Para que esto sea viable, se necesitarían mejoras significativas en la capacidad viaria de la zona.
De la Torre ha afirmado que está en negociaciones con el Ministerio de Transportes para resolver este problema, pero la falta de información clara ha llevado a la oposición a cuestionar la efectividad de estas conversaciones. El subdelegado del Gobierno en Málaga, Javier Salas, ha indicado que no se han recibido informes municipales que detallen las necesidades del Ayuntamiento, lo que añade más incertidumbre a la situación.
La preocupación por la capacidad del Estadio de Atletismo también ha sido un punto focal en este debate. A pesar de que el estadio ha albergado eventos con gran afluencia, como un concierto de Manuel Carrasco, la capacidad para recibir a los aficionados del Málaga CF es un tema delicado. La falta de un plan claro y la incertidumbre sobre la capacidad del nuevo estadio han llevado a muchos a cuestionar la viabilidad de esta mudanza temporal.
El PSOE ha enfatizado que no se puede permitir que se repita la historia de otros eventos fallidos en la ciudad, como la Expo o la Capitalidad Cultural, donde las promesas no se cumplieron y la frustración colectiva se apoderó de la afición. La presión sobre el alcalde para que actúe con transparencia y responsabilidad es palpable, y muchos esperan que se tomen decisiones que beneficien a la comunidad y al club.
La situación actual del Málaga CF y su estadio es un reflejo de los desafíos que enfrentan muchas ciudades en la gestión de infraestructuras deportivas. La necesidad de un diálogo abierto y constructivo entre las autoridades locales, el club y los aficionados es más crucial que nunca. La remodelación de La Rosaleda no solo es un proyecto deportivo, sino que también tiene implicaciones económicas y sociales que deben ser consideradas cuidadosamente para garantizar el bienestar de todos los involucrados.