La proliferación de jabalíes y cerdos asilvestrados en Andalucía ha llevado a las autoridades a declarar una emergencia cinegética temporal. Esta decisión, publicada en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA), busca abordar los problemas de salud pública y los daños que estos animales causan en el ecosistema, la agricultura y la ganadería. En Málaga, se estima que hay más de 22,000 jabalíes, lo que ha generado preocupación entre los habitantes y las autoridades locales.
La resolución de la Dirección General de Política Forestal y Biodiversidad, fechada el 4 de junio, establece que el control de estas poblaciones es esencial para mitigar los riesgos asociados a su presencia. Los jabalíes, al ser un depredador dominante en los montes, pueden alterar el equilibrio ecológico y provocar accidentes de tráfico, además de ser portadores de enfermedades que pueden afectar tanto a la fauna como a los seres humanos.
### Estrategias de Control y Captura
Las medidas propuestas para el control de jabalíes y cerdos asilvestrados son diversas y se centran en la captura y caza de estos animales. La resolución permite la captura en vivo y el uso de armas, con un enfoque en la caza de hembras adultas y subadultas. Durante la temporada de caza 2025/2026, se podrán abatir ejemplares sin límite de capturas, lo que representa un cambio significativo en la gestión de estas especies.
Además, se han ampliado los periodos de captura en terrenos tanto cinegéticos como no cinegéticos. Esto incluye la posibilidad de realizar caza en aguardo y aguardo nocturno, utilizando métodos que no dañen el medio ambiente. Por ejemplo, se permite el uso de sustancias olorosas no contaminantes para atraer a los jabalíes, así como la colocación de alimento vegetal en puntos estratégicos para facilitar su captura.
Sin embargo, se han prohibido las cacerías colectivas fuera del periodo hábil para proteger a otras especies de fauna silvestre durante su reproducción. Esta medida busca equilibrar la necesidad de controlar la población de jabalíes con la conservación de la biodiversidad local.
En áreas urbanas y rústicas urbanizadas, la responsabilidad del control recae en las autoridades municipales. Se recomienda el uso de capturaderos para gestionar la población de jabalíes, garantizando el bienestar animal y la sanidad pública. Las capturas en vivo se podrán realizar durante toda la temporada de caza, y los ejemplares capturados deberán ser sacrificados, salvo en casos excepcionales.
### Impacto en la Comunidad y el Ecosistema
La proliferación de jabalíes y cerdos asilvestrados no solo afecta a la fauna y flora local, sino que también tiene un impacto significativo en la vida cotidiana de los ciudadanos. Los accidentes de tráfico provocados por estos animales son una preocupación creciente, especialmente en áreas donde la interacción entre humanos y fauna salvaje es más frecuente. Además, la presencia de estos animales puede llevar a la propagación de enfermedades, lo que representa un riesgo para la salud pública.
La Junta de Andalucía ha subrayado la importancia de implementar estas medidas de control no solo para proteger el ecosistema, sino también para salvaguardar la agricultura y la ganadería, que son pilares fundamentales de la economía local. Los daños causados por los jabalíes en cultivos y pastizales pueden ser devastadores, lo que ha llevado a muchos agricultores a solicitar acciones más contundentes para gestionar la población de estos animales.
La estrategia de control también busca involucrar a los cazadores y titulares de terrenos no cinegéticos, quienes desempeñan un papel crucial en la regulación de las poblaciones de jabalíes. Al proporcionarles herramientas y recursos adecuados, se espera que puedan contribuir de manera efectiva a la gestión de estas especies y a la restauración del equilibrio ecológico en la región.
La situación actual en Andalucía es un claro ejemplo de cómo la interacción entre la fauna silvestre y las actividades humanas puede generar desafíos significativos. La implementación de estas medidas de control es un paso necesario para abordar los problemas derivados de la sobrepoblación de jabalíes y cerdos asilvestrados, y para garantizar un futuro sostenible tanto para la fauna como para las comunidades locales.