Por Hugo Farías Moya

Europa ni siquiera es aliada de Estados Unidos, es simplemente un continente lacayo y esclavo. ¿Qué ha sido de Europa a lo largo de su larga historia de invasiones, genocidios, saqueos, masacres y exterminio de los continentes que ha invadido?
Comencemos con la invasión y el genocidio de América. Algunos historiadores ya no lo llaman: El encuentro de dos mundos, (qué eufemismo para el descubrimiento de América) lo llaman simplemente la invasión de América.

La estela de sufrimiento, asesinato y saqueo de la Corona española a veces es desconocida, pero si alguien tiene curiosidad, puede leer el libro: Las venas abiertas de América Latina de Eduardo Galeano, que se publicó allá por 1971. Es decir, más de Hace 50 años.

El corsario Cristóbal Colón pisó la tierra del continente de Abya Yala, como la llamaban los indígenas, hace más de 500 años, y fue el principio del fin para esta vasta región de América por parte del invasor español.
Hernán Cortés conquistó, destruyó y aniquiló a los aztecas. Francisco Pizarro, por su parte, remató y desangró el imperio inca. Pedro de Valdivia, el verdugo de La Araucanía, fue el único gobernador que murió a manos de los indios locales.

La Guerra de Arauco tiene más de 500 años de historia y no 300 como dicen algunos traficantes. En México, en Centroamérica, en Sudamérica, siempre se repitió esta triste historia. El motivo de la invasión era saquear el oro, los minerales, la tierra. Al final nos legaron la lengua y la religión. Respecto a esto último, fue la mal llamada “evangelización de América” que nunca se introdujo por persuasión, sino por terror. ¿Te haces cristiano o te cortamos la cabeza? Esa fue la elección de los habitantes nativos. Bueno, sabemos la respuesta.

Así como España desangró y exterminó al continente americano, Portugal hizo lo propio con Brasil, pues según el Tratado de Tordesillas, los reyes de Portugal y España se repartieron el nuevo continente como botín.

El Imperio portugués controlaba las Azores, Madeira, Cabo Verde y Santo Tomé y Príncipe en la costa de África; Cochin, Goa y Colombo en el subcontinente indio; Macao y Nagasaki en el este de Asia; Mozambique y Angola en África. Con todas estas colonias produjo tanto, si no más, terror que la Corona española.

Bélgica, por su parte, controló dos colonias durante su historia, el Congo Belga (actual República Democrática del Congo) de 1908 a 1960, y Ruanda-Burundi, de 1922 a 1962. También tenía una pequeña concesión en China y fue co -administrador de la Zona Internacional de Tánger en Marruecos. Bélgica hizo asesinar al insigne patriota y padre de la patria congoleña, Patrick Lumumba, y desapareció su cuerpo y el de sus compañeros. En realidad, el Congo Belga no era más que otra propiedad del rey Leopoldo. Las atrocidades cometidas por los colonos sobre los aborígenes son inenarrables.

Otro invasor europeo, Francia, en su apogeo (década de 1680), se extendió sobre 10 000 000 km², el segundo imperio más grande del mundo en ese momento solo detrás del Imperio español. El “segundo imperio colonial” comenzó con la conquista de Argel en 1830. En su apogeo, fue uno de los imperios más grandes de la historia: incluida la Francia metropolitana, la superficie total bajo soberanía francesa alcanzó los 13 500 000 km², con una población de 150 millones de personas en 1939.

Famosas son las atrocidades cometidas por esa banda de asesinos y mercenarios llamada: La Legión Extranjera. De hecho, Francia tenía territorios en África, América del Sur, Medio Oriente y Asia.

Similar o peor fue Inglaterra. El imperio más perverso de la historia de la humanidad, sólo es superado por el actual imperio de los Estados Unidos. Tuvo colonias en América del Norte, Canadá y Estados Unidos: en América del Sur, la Guayana Británica y las Islas Malvinas; en África, se hizo cargo de Egipto, Sudán, Nigeria, Kenia, Tanganica, Sudáfrica. En Asia se hizo cargo de India e Indonesia y en Oceanía Australia y Papúa Nueva Guinea, entre otros.
No hay motivo para enorgullecerse de cómo trajeron la “civilización” a las tierras que invadieron para domar a los “salvajes”. Según los historiadores más lúcidos, la conquista europea de estos territorios supera con creces los 600 millones de habitantes.

¿Cómo llegó Europa, la primera potencia imperial del mundo, a ser dominada por otro país?

Después de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos se convirtió, junto con la Unión Soviética, en las grandes potencias victoriosas y ocupantes. Los demás países bailaron con su música. Como resultado, y por razones ideológicas, se formaron dos grandes bloques ideológicos: los países unidos en la OTAN y el segundo, bajo la influencia soviética del Pacto de Varsovia. Aunque en rigor, la antigua URSS aportó el 80% (22 millones de sus hijos) de los muertos de la liberación de Europa del nazifascismo.

La OTAN estaba formada por 12 naciones europeas y desde 1949 hasta la actualidad, después varias oleadas de expansión la han llevado a 30 países. En rigor, se formó para contrarrestar el poder de Rusia, pero después, tras la caída de la Unión Soviética en 1990, la OTAN perdió su razón de ser. Pero el expansionismo estadounidense no terminó; por el contrario, Rusia estaba rodeada por los antiguos países del Pacto de Varsovia. En resumen, los países que Rusia liberó de la Alemania nazi se convirtieron en sus enemigos.

Después de que Vladimir Putin advirtiera en todos los tonos que no se permitiría a la OTAN expandirse más y colocar sus misiles en la frontera con Ucrania, la OTAN continuó con su peligroso juego. Ahora que Rusia ha invadido Ucrania, para detener esta locura belicista estadounidense, todo el mundo se jacta. Es decir, no se hacen cargo de sus acciones temerarias.

Artículo tomado de Pressenza