El centro comercial Bonaire, ubicado en Valencia, ha tomado la decisión de cerrar todas sus instalaciones debido a la alerta roja emitida por las autoridades ante la evolución del temporal de lluvias. Esta medida se implementó para garantizar la seguridad tanto de los clientes como de los empleados del complejo. Aunque Bonaire había abierto sus puertas en la mañana del 29 de septiembre de 2025, la actividad fue muy limitada, ya que muchas de las grandes marcas, como Alcampo y las tiendas del grupo Inditex, decidieron no abrir sus puertas, manteniendo las persianas bajadas.
La situación meteorológica ha sido crítica, ya que el centro comercial se encuentra en una zona propensa a inundaciones. En el pasado, Bonaire ya había sufrido daños significativos durante un episodio de DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) que tuvo lugar el 29 de octubre del año anterior. A pesar de los daños materiales, no se reportaron víctimas gracias a la rápida intervención de los equipos de seguridad. Sin embargo, el centro comercial se vio envuelto en rumores falsos sobre supuestas víctimas en su aparcamiento, lo que generó una gran atención mediática.
El grupo Inditex, que opera varias tiendas en la región, también ha decidido cerrar todos sus establecimientos en Valencia como medida de precaución. Fuentes de la compañía confirmaron que la decisión se tomó tras recibir recomendaciones del comité de seguridad y salud, que sugirió el cierre para proteger a los empleados. La situación en otras provincias como Alicante y Castellón dependerá de la evolución de las condiciones climáticas.
Otros centros comerciales en Valencia, como Arena, han optado por permitir a sus tiendas decidir si abren o cierran. Sin embargo, el centro comercial MN4 ha cerrado completamente sus puertas, siguiendo el mismo protocolo de seguridad. Antonio Martí, director del Grupo Martí y propietario de MN4, comunicó que se había mantenido contacto con el Ayuntamiento de Alfafar para coordinar acciones ante la alerta de lluvias.
La mañana del 29 de septiembre mostró un panorama desolador en Bonaire, donde la mayoría de las tiendas ya estaban cerradas. La gerencia del centro, que pertenece a Castellana Properties, había informado que se mantenían abiertas con medidas de protección activadas, como compuertas para evitar inundaciones y el cierre del aparcamiento subterráneo. Sin embargo, ante la evolución del clima, se decidió cerrar completamente por la tarde.
En cuanto a las cadenas de alimentación, la mayoría de los supermercados en Valencia abrieron sus puertas, a excepción de Consum, que anunció el cierre de casi 200 de sus establecimientos en la provincia. Esta decisión se alinea con las políticas de seguridad de la empresa, que establece el cierre en situaciones de alerta roja, como la actual. Según Asucova, la organización que agrupa a estas empresas, la seguridad de los trabajadores y clientes es la prioridad en estos momentos críticos.
La alerta roja por lluvias ha generado un gran impacto en la movilidad y la vida cotidiana de los valencianos. Las autoridades han instado a la población a mantenerse informada y a evitar desplazamientos innecesarios. La situación ha llevado a un colapso en los accesos a la ciudad, dificultando la circulación y generando congestión en las principales vías. Los servicios de emergencia están en alerta máxima, preparados para responder a cualquier eventualidad que pueda surgir debido a las inclemencias del tiempo.
A medida que la situación evoluciona, se espera que las autoridades continúen evaluando el impacto de las lluvias y emitan nuevas recomendaciones para la población. La seguridad es primordial, y tanto los centros comerciales como las empresas están tomando medidas drásticas para proteger a sus empleados y clientes. La comunidad se mantiene unida en estos momentos difíciles, apoyándose mutuamente y siguiendo las indicaciones de las autoridades locales.