La reciente actividad en el Puerto Deportivo de San Andrés ha captado la atención de la comunidad local y de los inversores. Tras un periodo de incertidumbre, la empresa adjudicataria, Marina San, ha cumplido con el pago del canon de más de 300.000 euros, lo que permite continuar con el desarrollo del proyecto. Este pago se realizó justo a tiempo, evitando que la Autoridad Portuaria activara medidas ejecutivas. La situación ha sido un reflejo de los desafíos que enfrenta el proyecto, que está respaldado por el fondo Al Alfia, vinculado a la familia real catarí.
La historia de este proyecto no es nueva. Desde su adjudicación, ha habido múltiples retrasos y complicaciones, incluyendo un primer intento de pago que no se concretó en la fecha estipulada. En esta ocasión, la Autoridad Portuaria decidió no conceder un nuevo aplazamiento, lo que obligó a Marina San a actuar rápidamente. Carlos Rubio, presidente del Puerto, confirmó que el pago se realizó el último día del plazo, lo que marca un hito importante en el avance del proyecto.
### Detalles del Proyecto de la Marina
El Puerto Deportivo de San Andrés se proyecta como un espacio de gran envergadura, ocupando más de 100.000 metros cuadrados. Este ambicioso desarrollo no solo ofrecerá una marina con capacidad para 566 embarcaciones de recreo, sino que también incluirá una zona comercial y 451 plazas de aparcamiento, superando las exigencias del Plan Especial del Puerto. La ubicación estratégica en la margen derecha del río Guadalmedina, junto a los terrenos destinados para el futuro Auditorio de la Música, añade un atractivo adicional al proyecto.
El diseño de la marina ha sido concebido por el arquitecto malagueño José Seguí, quien ha trabajado en la planificación de las nuevas alineaciones y alturas, así como en la integración de usos comerciales. El complejo incluirá un área de 3.000 metros cuadrados destinada a usos comerciales en la planta baja, además de un espacio náutico de 2.200 metros cuadrados. La escuela de vela, que ocupará 380 metros cuadrados, es otro de los elementos destacados del proyecto, que busca fomentar la actividad náutica en la región.
Uno de los aspectos más interesantes del diseño es la inclusión de un torreón que no superará los 100 metros de altura, lo que se alinea con las normativas urbanísticas vigentes. La planificación ha sido meticulosa, asegurando que la ocupación de volúmenes edificados sobre rasante no exceda el 13,31%, un porcentaje que se encuentra por debajo del límite del 25% establecido por la normativa.
### Impacto Socioeconómico y Futuro del Proyecto
El impacto socioeconómico del Puerto Deportivo de San Andrés se estima en aproximadamente 15,7 millones de euros anuales, lo que representa una inyección significativa para la economía local. Este tipo de desarrollos no solo generan empleo durante la fase de construcción, sino que también promueven la creación de puestos de trabajo a largo plazo en sectores como el turismo, la hostelería y los servicios náuticos.
La colaboración entre el fondo Al Alfia y el grupo hotelero Hesperia, que está detrás de la torre de 144 metros en el dique de Levante, es un ejemplo de cómo los grandes proyectos pueden atraer inversiones extranjeras y contribuir al desarrollo urbano. La presentación del proyecto definitivo por parte de David Chipperfield, ganador del premio Pritzker de arquitectura en 2023, ha generado expectativas sobre la calidad y el impacto visual que tendrá esta nueva edificación en el puerto.
A medida que el proyecto avanza, se espera que la comunidad local se involucre más en el proceso, ya que la marina no solo será un lugar para embarcaciones, sino también un espacio de encuentro y recreación para los ciudadanos. La conexión peatonal y la continuidad visual de los establecimientos comerciales son elementos clave que se están considerando para garantizar que el desarrollo sea accesible y atractivo para todos.
El Puerto Deportivo de San Andrés representa una oportunidad única para revitalizar la zona oeste del puerto de Málaga, ofreciendo un espacio que combina la actividad náutica con el comercio y el ocio. A medida que se superan los obstáculos iniciales, el futuro del proyecto parece prometedor, y su finalización podría marcar un antes y un después en la oferta turística y recreativa de la ciudad. Con la reciente confirmación del pago del canon, la comunidad espera que los próximos pasos se den con la misma celeridad y compromiso que se han demostrado hasta ahora.