La colaboración entre las administraciones locales de Málaga y Torremolinos ha dado un paso significativo hacia la sostenibilidad hídrica en la región. Recientemente, el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, junto con el presidente de la Diputación, Francisco Salado, y la alcaldesa de Torremolinos, Margarita del Cid, firmaron convenios para financiar obras que permitirán el uso de agua regenerada proveniente de la estación depuradora del Guadalhorce. Este proyecto no solo busca optimizar el uso del agua en áreas verdes, tanto públicas como privadas, sino que también representa un avance crucial en la gestión de recursos hídricos en un contexto de creciente demanda y escasez de agua.
La inversión total para este ambicioso proyecto asciende a 6,5 millones de euros, excluyendo el IVA, y abarca la renovación de la red de abastecimiento de agua potable, así como la separación de redes pluviales y residuales en la carretera de Guadalmar. La Empresa Municipal de Aguas (Emasa) ha sido la encargada de licitar estas actuaciones, que se enmarcan dentro de un plan más amplio para mejorar la infraestructura hídrica en la zona.
### Beneficios del uso de agua regenerada
El uso de agua regenerada para el riego de zonas verdes se presenta como una alternativa viable y sostenible al consumo de agua potable. Este enfoque no solo contribuye a la conservación de recursos hídricos, sino que también permite a las administraciones locales hacer frente a situaciones de sequía y escasez de agua. Con la implementación de este proyecto, se estima que se podrán preservar aproximadamente 700.000 metros cúbicos de agua al año que actualmente se extraen del acuífero del Bajo Guadalhorce, así como otros 625.000 metros cúbicos anuales que se utilizan para riego en Torremolinos.
La infraestructura que se desarrollará incluye una red de distribución de 10,3 kilómetros de tuberías, de las cuales 9,1 kilómetros ya están en proceso de ejecución. Esta red permitirá transportar el agua regenerada a instalaciones de gran consumo, como el parque del Campamento Benítez, el Parador de Málaga Golf y la Academia del Málaga Club de Fútbol, entre otros. Además, se prevé la construcción de una tubería independiente de 2.278 metros para suministrar agua de calidad especial al Aeropuerto de Málaga-Costa del Sol.
La importancia de este proyecto radica en su capacidad para garantizar el suministro de agua a nuevas zonas verdes en desarrollos urbanos futuros, así como en su contribución a la sostenibilidad ambiental. La alcaldesa de Torremolinos ha destacado que la llegada del agua regenerada a la ciudad representa un «hito histórico» y un paso fundamental para asegurar reservas hídricas que beneficien a la comunidad en el largo plazo.
### Inversión y colaboración interadministrativa
La firma de los convenios entre las tres administraciones es un claro ejemplo de colaboración interadministrativa en la búsqueda de soluciones a problemas comunes. Cada una de las partes involucradas se compromete a aportar 746.115,9 euros, una inversión que refleja el interés por mejorar la infraestructura hídrica y fomentar el uso eficiente del agua en la región. Esta iniciativa se alinea con las políticas de sostenibilidad y gestión responsable de recursos que han sido promovidas en los últimos años.
Desde la Diputación de Málaga, se ha enfatizado la importancia de este tipo de proyectos, que no solo mejoran la infraestructura existente, sino que también promueven el uso de aguas residuales tratadas para riego agrícola y de zonas verdes. Este enfoque es fundamental en un contexto donde la escasez de agua se ha convertido en un desafío creciente, especialmente en áreas con alta demanda de recursos hídricos.
La inversión de 2,2 millones de euros por parte de la Diputación para mejorar el uso de aguas regeneradas en la Axarquía es otro ejemplo de cómo las administraciones están trabajando para solventar problemas relacionados con la calidad del agua y su reutilización. La mejora de la infraestructura hídrica es esencial para garantizar un suministro adecuado y sostenible en el futuro, especialmente en un contexto de cambio climático y aumento de la población.
El proyecto de Málaga y Torremolinos no solo representa un avance en la gestión del agua, sino que también establece un modelo a seguir para otras localidades que enfrentan desafíos similares. La colaboración entre diferentes niveles de gobierno es crucial para abordar problemas complejos como la gestión del agua, y este tipo de iniciativas pueden servir como un ejemplo de buenas prácticas en la administración pública.
La implementación de esta red de agua regenerada no solo beneficiará a los municipios involucrados, sino que también contribuirá a la preservación del medio ambiente y a la sostenibilidad de los recursos hídricos en la región. A medida que las ciudades continúan creciendo y la demanda de agua aumenta, es fundamental que se adopten enfoques innovadores y sostenibles para garantizar el acceso a este recurso vital.