La industria automotriz está en un punto de inflexión, y Ford, uno de los gigantes del sector, se enfrenta a retos significativos en su estrategia de producción en Europa. Desde la electrificación de sus modelos hasta la adaptación a un mercado en constante cambio, la compañía ha trazado un camino que, hasta ahora, parece estar lleno de obstáculos. La planta de Almussafes, en Valencia, se encuentra en el centro de esta transformación, pero las expectativas de producción han sido revisadas a la baja, lo que plantea serias dudas sobre el futuro de la fábrica y sus trabajadores.
### Estrategia de Electrificación y Producción
En 2024, Ford anunció su intención de centrar su producción europea en modelos eléctricos, con la planta de Colonia como el núcleo de esta estrategia. Se esperaba que esta instalación produjera vehículos totalmente eléctricos como el Explorer y el Capri, mientras que la planta de Craiova en Rumanía se encargaría de la versión eléctrica del Puma. Sin embargo, la planta de Almussafes, que había sido considerada para la electrificación, se ha quedado relegada a la producción de vehículos híbridos. Esta decisión fue inicialmente recibida con optimismo, ya que se proyectó que se fabricarían hasta 300,000 unidades anuales de un nuevo modelo multienergía a partir de 2027.
No obstante, las últimas estimaciones indican que la producción en Almussafes se reducirá a 209,000 vehículos anuales, lo que representa una disminución significativa en comparación con las proyecciones iniciales. Este ajuste ha llevado a los proveedores a replantear sus inversiones, y algunos expertos sugieren que la compañía está respondiendo a la situación actual del mercado automotriz, que ha sido golpeado por factores como los aranceles impuestos por Estados Unidos y la baja demanda de vehículos eléctricos.
La planta de Almussafes ha estado operando en su nivel más bajo de producción en su historia, con solo 60,895 coches fabricados en los primeros siete meses de 2025. Esta cifra representa una caída del 25% en comparación con el año anterior, que ya había sido un año difícil para la planta. La situación se complica aún más con la implementación de un ERTE RED, que afecta a aproximadamente 1,000 de los 4,200 trabajadores de la planta, lo que pone en riesgo la estabilidad laboral de muchos empleados.
### Desafíos en el Mercado de Vehículos Eléctricos
A pesar de los esfuerzos de Ford por posicionarse en el mercado de vehículos eléctricos, las cifras de ventas no son alentadoras. Según datos recientes, las matriculaciones de Ford en Europa han disminuido un 1.5% en comparación con el año anterior, lo que refleja una tendencia preocupante para la marca. La competencia en el sector de vehículos eléctricos es feroz, y Ford se encuentra luchando por mantenerse relevante frente a competidores como Volkswagen y Tesla, que han dominado el mercado con modelos populares y una sólida cuota de mercado.
Las ventas de vehículos eléctricos de Ford representan solo el 18% del total, lo que es significativamente inferior a las cifras de sus competidores. Modelos como el Model Y de Tesla y varios de Volkswagen han superado a Ford en ventas, lo que pone de manifiesto la necesidad de la compañía de reevaluar su enfoque en el desarrollo y la comercialización de vehículos eléctricos. A pesar de que Ford ha mejorado en algunos aspectos, todavía no ha logrado entrar en el ‘Top 10’ de ventas en Europa, siendo superada por marcas como Kia, Hyundai y Renault.
La situación se complica aún más con la reciente decisión de Ford de reducir la producción de vehículos eléctricos en su planta de Colonia, lo que indica que la demanda no ha sido tan fuerte como se esperaba. Esta reducción no solo afecta la producción, sino que también tiene implicaciones para la estrategia a largo plazo de la compañía en Europa, donde la transición hacia la electrificación es cada vez más urgente.
En resumen, Ford enfrenta un camino lleno de desafíos en su intento de adaptarse a un mercado automotriz en rápida evolución. La planta de Almussafes, que alguna vez fue un bastión de producción, ahora se encuentra en una encrucijada, con la necesidad de reinventarse para sobrevivir en un entorno donde la electrificación y la sostenibilidad son cada vez más importantes. La capacidad de Ford para navegar estos desafíos determinará no solo su futuro en Europa, sino también su posición en el competitivo mercado global de automóviles.