En un contexto donde se prevén más de cien millones de desplazamientos en las carreteras españolas durante el verano, la situación de la infraestructura vial en el país es alarmante. La Asociación Española de la Carretera (AEC) ha presentado un informe que revela que más de la mitad de las carreteras en España se encuentran en un estado de deterioro grave. Este informe, titulado ‘Necesidades de inversión en conservación 2025’, destaca que el déficit de conservación vial asciende a aproximadamente 13.500 millones de euros, una cifra que pone de manifiesto la urgencia de abordar esta problemática.
### La Extensión del Deterioro Vial
La red de carreteras en España abarca una longitud total de 165 mil kilómetros, de los cuales 54.373 kilómetros, es decir, un 52% del total, presentan deterioros significativos. Las regiones más afectadas son Aragón, Castilla-La Mancha y Galicia, donde las condiciones de las vías han alcanzado niveles críticos. Este deterioro no solo afecta la seguridad de los conductores, sino que también tiene implicaciones económicas y sociales, ya que una infraestructura vial en mal estado puede obstaculizar el desarrollo regional y el comercio.
La AEC ha llevado a cabo una evaluación exhaustiva de las carreteras, utilizando por primera vez tecnología de captación dinámica de imágenes y procesamiento mediante inteligencia artificial. Este enfoque innovador ha permitido identificar deterioros con una resolución sin precedentes en una muestra de aproximadamente 4.000 kilómetros de carreteras en todo el país. Los resultados de esta evaluación son preocupantes y subrayan la necesidad de una inversión urgente en la conservación de las vías.
### Consecuencias de la Falta de Inversión
La falta de presupuesto para el mantenimiento de las carreteras ha llevado a una situación insostenible. Las consecuencias de este abandono son múltiples: aumento de accidentes de tráfico, mayores costos de reparación y un impacto negativo en la movilidad de los ciudadanos. Además, el deterioro de las carreteras puede afectar la logística y el transporte, lo que a su vez repercute en la economía local y nacional.
La AEC ha señalado que la inversión en conservación vial no solo es necesaria para mejorar la seguridad, sino también para fomentar el crecimiento económico. Las carreteras son la columna vertebral del transporte en España, y su estado afecta directamente a la competitividad del país. Sin una infraestructura adecuada, las empresas pueden enfrentar dificultades para operar de manera eficiente, lo que podría resultar en pérdidas económicas significativas.
El informe también destaca que la falta de mantenimiento adecuado puede llevar a un aumento en los costos de reparación a largo plazo. Las carreteras que no reciben el cuidado necesario pueden deteriorarse más rápidamente, lo que resulta en reparaciones más costosas y complejas. Por lo tanto, invertir en la conservación de las carreteras no solo es una cuestión de seguridad, sino también de economía.
### Un Llamado a la Acción
Ante esta situación crítica, es imperativo que las autoridades competentes tomen medidas inmediatas para abordar el problema del deterioro de las carreteras. La AEC ha instado al gobierno a priorizar la inversión en infraestructura vial y a desarrollar un plan de acción que contemple la rehabilitación y el mantenimiento de las carreteras en todo el país. Esto no solo mejoraría la seguridad de los conductores, sino que también contribuiría al desarrollo económico y social de las regiones más afectadas.
Además, es fundamental que se establezcan mecanismos de seguimiento y evaluación para garantizar que las inversiones se utilicen de manera efectiva y que se logren resultados tangibles en la mejora de las condiciones de las carreteras. La colaboración entre el gobierno, las comunidades autónomas y las entidades locales será clave para abordar esta problemática de manera integral.
La situación de las carreteras en España es un reflejo de la necesidad de un enfoque más proactivo en la gestión de la infraestructura. La inversión en conservación vial debe ser vista como una prioridad nacional, no solo por su impacto en la seguridad, sino también por su papel en el desarrollo económico y social del país. Es hora de que se tomen decisiones audaces y se asignen los recursos necesarios para garantizar que las carreteras españolas estén a la altura de las necesidades de los ciudadanos y de la economía.