La reciente publicación de las estadísticas del IRPF por parte de la Agencia Tributaria ha revelado un panorama preocupante en la Comunitat Valenciana. A pesar de la recuperación económica post-pandemia, la región ha visto una disminución notable en el número de ‘superricos’, aquellos que declaran ingresos superiores a 601.000 euros anuales. Este fenómeno, que se traduce en una caída del 16% en la cantidad de estos contribuyentes, plantea interrogantes sobre la salud económica y social de la comunidad.
**La Caída de los ‘Superricos’**
En el año 2023, el número de declarantes que superan los 601.000 euros anuales ha disminuido de 1.091 a 911, lo que representa una reducción significativa en un solo año. Este descenso no solo es alarmante por la cantidad de personas afectadas, sino también porque se sitúa por debajo de los niveles de 2021, cuando se registraron 915 contribuyentes en este grupo. La pérdida de estos ‘superricos’ podría interpretarse como un signo de una economía que, aunque en recuperación, aún enfrenta desafíos significativos.
A pesar de esta caída en el segmento más alto de la escala de ingresos, la situación es compleja. Mientras que el número de personas con ingresos muy altos ha disminuido, el grupo de los mileuristas, aquellos que ganan alrededor de 1.000 euros al mes, está en vías de extinción. Este grupo, que solía ser uno de los más numerosos, ha visto una reducción drástica, quedando con 447.601 personas en la actualidad. Este fenómeno sugiere una polarización creciente en la distribución de ingresos, donde los extremos se amplían y la clase media se ve cada vez más amenazada.
**Aumento de las Rentas Bajas y Medias**
Por otro lado, el panorama de las rentas más bajas también ha cambiado. En el último año, el porcentaje de personas que se encuentran en la franja de ingresos más bajos ha aumentado, pasando del 33,8% al 36% de la población. Este incremento puede atribuirse a varios factores, incluyendo la obligatoriedad de declarar ayudas como el Ingreso Mínimo Vital (IMV), que ha llegado a un mayor número de ciudadanos. Además, el aumento de contratos laborales parciales ha contribuido a que más personas se encuentren en situaciones de precariedad económica.
Las estadísticas indican que ha habido un aumento notable en la cantidad de personas que declaran ingresos anuales de hasta 1.500 euros, así como en aquellos que ganan entre 1.500 y 6.000 euros. Estos grupos han crecido en 40.000 y casi 11.000 personas, respectivamente. Asimismo, el número de contribuyentes que se sitúan entre los 6.000 y 12.000 euros ha aumentado en más de 44.000. Todos estos grupos se encuentran por debajo del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), que en 2023 se estableció en 1.080 euros, lo que los hace más vulnerables a las fluctuaciones económicas y a la inflación.
La creciente desigualdad en la Comunitat Valenciana plantea preguntas sobre la estructura económica y social de la región. Según José María Mollinedo, secretario general del Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha), aunque las estadísticas actuales no permiten una evaluación completa de la desigualdad, sí indican una concentración de rentas en la parte más alta de la escala. Esto sugiere que, a pesar de la recuperación económica, la brecha entre ricos y pobres se está ampliando, lo que podría tener repercusiones a largo plazo en la cohesión social y la estabilidad económica.
**Reflexiones sobre el Futuro Económico**
La situación actual en la Comunitat Valenciana es un reflejo de las tensiones económicas que enfrenta no solo la región, sino también el país en su conjunto. La polarización de ingresos, con un aumento de las rentas más bajas y una disminución de los ‘superricos’, podría ser un indicativo de cambios estructurales en la economía. La desaparición de la clase media, que tradicionalmente ha sido el pilar de la estabilidad económica, es un fenómeno que merece atención y análisis.
La recuperación económica post-pandemia ha traído consigo nuevas dinámicas en el mercado laboral y en la distribución de la riqueza. Sin embargo, es crucial que las políticas públicas se enfoquen en mitigar la desigualdad y en fomentar un crecimiento inclusivo que beneficie a todos los sectores de la población. La situación actual exige un enfoque proactivo para abordar las disparidades económicas y asegurar que la recuperación sea sostenible y equitativa para todos los ciudadanos de la Comunitat Valenciana.