El impacto de la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) que azotó la Comunitat Valenciana el 29 de octubre del año pasado ha dejado huellas profundas en la región, especialmente en localidades como Riba-roja de Túria. En respuesta a esta catástrofe, el Ministerio de Vivienda ha tomado medidas significativas para ayudar a los afectados, destacando la reciente compra de 22 viviendas al fondo de inversión Blackstone. Esta acción se enmarca dentro de un plan más amplio para proporcionar soluciones habitacionales a quienes perdieron sus hogares debido a la riada.
La empresa pública Sepes, dependiente del Ministerio de Vivienda, está finalizando la compra de estos inmuebles, que se espera se complete en junio de 2025. La transacción, que asciende a 1,65 millones de euros, representa un ahorro significativo, ya que el precio acordado es un 35,5% inferior al valor de tasación de los inmuebles, que se sitúa en 2,56 millones de euros. Esta estrategia de adquisición se ha visto impulsada por la dificultad de negociar con propietarios particulares, lo que ha llevado a la entidad estatal a recurrir a grandes fondos de inversión.
### Desafíos en la Adquisición de Viviendas
El proceso de adquisición de viviendas ha estado marcado por varios desafíos. Desde la activación de una partida de 25 millones de euros en noviembre para comprar casas en las zonas afectadas, Sepes ha logrado adquirir solo cuatro inmuebles a propietarios particulares en siete meses. Esto pone de manifiesto la complejidad del mercado inmobiliario en la región y la resistencia de algunos propietarios a vender sus propiedades, incluso en situaciones de emergencia.
A pesar de los esfuerzos, la empresa pública ha invertido solo 1,88 millones de euros, lo que representa apenas el 7,5% de los fondos disponibles para este plan. La situación se complica aún más con la necesidad de tasar los inmuebles, asegurar los activos y amueblar los pisos adquiridos, lo que podría llevar a que el programa quede incompleto. La ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez, ha enfatizado la importancia de que los grandes tenedores de propiedades asuman su responsabilidad social, sugiriendo que deben atender la demanda de vivienda y no solo ver el sector como una oportunidad de inversión.
### El Papel de Blackstone y la Estrategia del Gobierno
La decisión de adquirir viviendas a Blackstone, un fondo de inversión estadounidense, ha generado un debate sobre la relación entre el gobierno y los grandes propietarios de inmuebles. A pesar de la negativa del Ministerio de Vivienda a entablar negociaciones con estos grandes caseros, la realidad es que la compra de estos inmuebles se ha convertido en una necesidad imperiosa para atender a los afectados por la DANA. La ministra Rodríguez ha declarado que los grandes propietarios deben escuchar el mensaje del gobierno y adaptarse a la nueva realidad del mercado, donde la vivienda debe ser un derecho y no solo un activo financiero.
La compra de estas 22 viviendas en Riba-roja de Túria es un paso hacia la recuperación de la zona, pero también plantea interrogantes sobre la sostenibilidad de este enfoque a largo plazo. La dependencia del gobierno de los grandes fondos de inversión para resolver la crisis de vivienda podría tener implicaciones en la regulación del mercado inmobiliario y en la forma en que se gestionan las crisis habitacionales en el futuro.
En resumen, el Ministerio de Vivienda está intentando abordar una situación crítica en la Comunitat Valenciana mediante la adquisición de viviendas para los afectados por la DANA. Sin embargo, el camino hacia una solución efectiva está lleno de obstáculos, desde la resistencia de los propietarios hasta la necesidad de una regulación más estricta sobre los grandes tenedores de propiedades. La situación actual pone de relieve la urgencia de encontrar un equilibrio entre la intervención del gobierno y la responsabilidad social de los grandes inversores en el sector inmobiliario.