La ONCE, Organización Nacional de Ciegos Españoles, ha sido un pilar fundamental en la distribución de la suerte a lo largo de los años. En Málaga, la reciente lotería ha dejado una huella significativa, con un total de 380.000 euros en premios repartidos entre dos de sus vendedores más destacados. Álvaro Solano y Ángela Mozo han sido los protagonistas de esta historia de fortuna, llevando alegría y esperanza a sus comunidades.
### La Apuesta de Álvaro Solano
Desde 2021, Álvaro Solano ha estado vendiendo cupones de la ONCE en la Colonia de Santa Inés, un barrio del distrito de Teatinos-Universidad. Su dedicación y compromiso con la comunidad lo han convertido en un vendedor querido y respetado. En el sorteo del pasado sábado, Álvaro logró vender 20 cupones premiados, cada uno con un valor de 10.000 euros, lo que suma un total de 200.000 euros. Esta victoria no solo representa un cambio en su vida, sino también una oportunidad para compartir la suerte con sus vecinos.
«Ya era hora de estrenarme, y ha sido por todo lo alto», bromeaba Álvaro en su día de descanso. Su alegría es contagiosa, y su enfoque positivo resuena en su comunidad. Para él, repartir premios es una experiencia única, y aunque se alegra por cada pequeño premio que otorga, la magnitud de este sorteo ha sido un verdadero hito en su carrera. Álvaro se siente afortunado de poder llevar felicidad a su barrio, y su fe en que el dinero ha sido bien repartido es evidente.
Además, este sorteo llega en un momento especial para Álvaro, quien está a punto de convertirse en padre. «Esto es una buena señal», dice con una sonrisa, compartiendo su alegría con todos los que lo rodean. La conexión emocional que tiene con su trabajo y su comunidad es palpable, y su historia es un recordatorio de cómo la suerte puede cambiar vidas.
### La Contribución de Ángela Mozo
Ángela Mozo, por su parte, ha sido parte de la ONCE desde 2019 y también ha dejado su huella en Málaga. Vendiendo cupones en su quiosco en la calle Lope de Rueda, Ángela ha logrado repartir 180.000 euros en premios en el mismo sorteo, con 19 cupones premiados. Su dedicación y esfuerzo diario son un testimonio de la importancia de la labor que realizan los vendedores de la ONCE.
«Repartir ilusión cada día es lo que más me gusta de mi trabajo», comenta Ángela. Su pasión por ayudar a los demás y su compromiso con la comunidad son evidentes en cada interacción que tiene con sus clientes. Para ella, cada cupón vendido es una oportunidad para cambiar la vida de alguien, y el reciente sorteo ha sido un claro ejemplo de ello.
El impacto de la ONCE en Málaga no se limita a estos dos vendedores. En total, el sorteo del último sábado ha dejado 1,6 millones de euros en premios en la provincia de Cádiz, incluyendo un Sueldazo de 300.000 euros al contado y 5.000 euros al mes durante 20 años. La generosidad de la ONCE se extiende a lo largo de Andalucía, y su compromiso con la comunidad es inquebrantable.
### La Importancia de la ONCE en la Comunidad
La ONCE no solo se dedica a la venta de cupones, sino que también juega un papel crucial en la inclusión social y la mejora de la calidad de vida de las personas con discapacidad. A través de sus programas y servicios, la organización busca empoderar a las personas ciegas y con discapacidad visual, brindándoles oportunidades de empleo y formación.
Los vendedores de la ONCE, como Álvaro y Ángela, son ejemplos de cómo la organización ha logrado transformar vidas. Su trabajo no solo les proporciona un sustento, sino que también les permite ser agentes de cambio en sus comunidades. Cada vez que un cupón es vendido, se está contribuyendo a un fondo que apoya a personas con discapacidad, lo que convierte cada compra en una inversión en el bienestar social.
Además, la ONCE organiza eventos y actividades que fomentan la inclusión y la participación de las personas con discapacidad en la sociedad. Desde talleres educativos hasta actividades recreativas, la organización se esfuerza por crear un entorno donde todos puedan disfrutar de igualdad de oportunidades.
### La Reacción de la Comunidad
La reacción de la comunidad ante estos premios ha sido abrumadora. Los vecinos de la Colonia de Santa Inés y de otras áreas de Málaga han celebrado la suerte de Álvaro y Ángela, compartiendo su alegría en redes sociales y en encuentros comunitarios. La historia de estos vendedores ha inspirado a muchos, recordándoles que la suerte puede estar a la vuelta de la esquina.
Las celebraciones no solo se limitan a los ganadores, sino que también incluyen a aquellos que han recibido premios menores. La ONCE ha logrado crear un ambiente de esperanza y optimismo, donde cada pequeño triunfo es motivo de celebración. La comunidad se une en torno a la idea de que, aunque no todos ganen grandes premios, la posibilidad de cambiar vidas está siempre presente.
La ONCE continúa siendo un símbolo de esperanza y solidaridad en Málaga y en toda España. A medida que más personas se involucran en la compra de cupones, la organización sigue creciendo y expandiendo su impacto. La historia de Álvaro Solano y Ángela Mozo es solo una de las muchas que demuestran cómo la suerte puede cambiar vidas y cómo la ONCE sigue siendo un faro de luz para aquellos que más lo necesitan.